Raíces Profundas

Probablemente muchos de ustedes saben conducir. Si no conducen, seguro pueden encontrar alguna técnica perceptivo-motriz similar que hayan dominado alguna vez -montar en bicicleta, patinar, nadar, etc.- Si recuerdan la primera vez que intentaron dominar la técnica, descubrirán muchas cosas a las que tenían que atender al mismo tiempo. Las manos hacían varias cosas -manejar el volante, la palanca de cambios, los intermitentes, el encendedor, la radio…-, al mismo tiempo tenían que prestar atención a lo que hacían los pies, encargados de una compleja tarea en la que la coordinación espacio-temporal era fundamental -acelerador, embrague, freno-. Todo este complejo entramado de coordinaciones no era sino el principio de la tarea, ya que fuera estaban las claves de la «buena conducción», la conciencia del tráfico, el estado de la vía, semáforos, peatones…

Narrado de este modo parece una tarea «casi» imposible o al menos extremadamente difícil, y sin embargo, con el paso de algunos meses y la experiencia acumulada, ¿en qué se convierte dicha tarea?

La clave de dicho cambio en la efectividad , en el rendimiento, en la destreza para el desarrollo de la tarea está, como habrán podido concluir, en la «experiencia» y en un adecuado proceso: «el camino de aprendizaje». No se trata de una habilidad que exija una cualificación técnica muy sofisticada, más bien son simples gestos «acompasados» de una manera «armónica». Una hermosa y precisa danza -seguro que alguna vez lo han sentido, los publicistas de BMW lo saben- en la que todo «fluye» sin resistencia, y que nos hace «disfrutar».

La forma más sencilla de adquirir cualquier habilidad es practicar pequeños fragmentos de uno en uno, igual que aprendimos la tarea de conducir un automovil, lo que hace falta es organizar la tarea en pequeños elementos o partes , a fin de practicar cada parte hasta el punto de convertirla en una actividad «automática», «eficaz», «insconsciente», ello nos permite dedicar la «atención» a otras posibilidades, otros componentes de la tarea. Posteriormente, podemos practicar esos nuevos elementos hasta que alcancen también la misma categoría de patrón motriz automatizado al que no hemos de prestar ninguna atención consciente.

Cuando conocí a Alfredo Rodríguez, me llamó inmediatamente la atención la enorme cantidad de recursos perceptivos disponibles en la tarea del trading, incluso cuando se trataba de especular en un grafico de 1 min. en un producto como el Dax. Por mi trabajo en la consulta virtual he tenido la oportunidad de conocer muchos «estilos» de trading, muchos tempos, muchas maneras de vivir la presión o el miedo.

Hemos trabajado durante mucho tiempo sobre esos elementos, intentando siempre responder a una pregunta clave:
¿Cuáles son las herramientas adecuadas para conseguir estos automatismos?
¿Cómo conseguir un acercamiento al trading con plenitud de capacidades disponibles?
¿Cómo posibilitar la existencia de recursos sobrantes que nos ayuden a mantener la flexibilidad y la agilidad mental, a niveles que nos permitan tomar decisiones adecuadas en décimas de segundo?

Hemos habilitado una «consulta virtual» donde, a modo de «laboratorio», nuestos clientes «investigan» las bases esenciales de su estructura caracterial, paso previo ineludible si aspiramos a la creación de instrumentos «a medida», optimizados individualmente. Por desgracia, no hay «recetas universales», sencillamente porque «control», «stop», «miedo», «riesgo», son palabras que toman su contenido de las profundas raices del ser humano, cada uno de nosotros las recrea y las dota de significado bebiendo siempre de la fuente de su historia, de su fantasía, de su propia existencia.

G: ¿Podrías listar los errores que sientes que cometiste?

X: Precipitación, entrar en el mercado sin análisis (de ningún tipo), no aguantar la posición -es decir entrar bien y precipitarme en el cierre-, en general cuando estoy dentro me ofusco. Últimamente, no aguanto nada, ni a favor ni en contra, pero mucho menos a favor.

G: ¿Entras compulsivamente?

X : Si , muchas veces entro por entrar, me pongo muy nervioso. Lo peor es que ante las pérdidas aumento el trading y todo es aún peor. Ahora he empezado a tomar Seroxat, nunca había tomado antidepresivos hasta ahora, estaba acostumbrado a solucionar las cosas de otra manera.

G: ¿Podrías buscar una imagen o una metáfora descriptiva de como te sientes?

X: Soy como un ratón , con el que juega un gato…

G: Perfecto, sigue desarrollando esa imagen, ¿cómo es el juego?, ¿cómo se desarrolla?, ¿hacia donde va?…

Todos ustedes pueden imaginar las posibilidades de un ratón ante un gato juguetón y entender cúal es el desarrollo más probable de dicho juego. Desde nuestro punto de vista, el trading del Sr X, va a estar marcado por ese modo de «sentir» el mercado, su «percepción» subjetiva del trading crea -quizá sin saberlo- todo un «guión» de lo que sucede y lo que sucederá hasta que no se modifique dicho guión.

Ese «texto» no explícito, ese modo de vivir el mercado, el sistema, los tempos, los minutajes con los que se trabaje, los indicadores y señales elegidos, absolutamente todo será «catalizado» por ese especial modo de «ver» y «sentir» los mercados.

G: Es muy importante que entendamos tu «guión», cuales son los elementos espúreos. Hemos de revisar tu «mochila» e identificar los elementos pesados que no son absolutamente necesarios y que activan esos «mensajes» autodestructivos. Busca en tus recuerdos algún mensaje repetido, por tus padres, amigos, familiares…

Y: Recuerdo que muchas veces me decían que no me esforzara en los estudios, total no iba a conseguir nada…

G: ¿Como te hace sentir eso?

Y: Bueno, creo que influyó bastante en que no me esforzara en su día, hoy me arrepiento de no haberlo hecho, pero ya es tarde…. Pensando sobre esto que me planteas, quizá busqué en los mercados demostrar a todos ellos que estaban equivocados, que sí valgo, que puedo hacer grandes cosas como por ejemplo ganar mucho dinero en esto.

G: ¿Una especie de reto?

Y: Si, algo así.

G: ¿Y te parece la posición más correcta para construir una profesión? ¿Hacerlo por despecho?
¿Crees que el resentimiento y la ira te ayudarán a construir un rol «sano»?

Y: Bueno, ahora que lo dices, estoy seguro de que no… De hecho, me lancé a la aventura sin conocer nada de análisis, ni de medias, indicadores, nada de nada. Iba con el precio pelado vaya. Hablando contigo me da la sensación de que empecé la casa por el tejado.

G: ¿Porqué crees que el 90% de la gente que empieza con esto lo deja -arruinado- al primer año?. Hay un gesto soberbio en eso, la gente llega con ínfulas de ganador, creyendo que sin formación y sin trabajo personal puede ganarle a gente que lleva 30 o 40 años viviendo de esto.

Y: Es cierto, a veces pecamos de demasiado ingenuos en ese sentido, en ese gesto estamos firmando nuestra sentencia de ruina.

G: En lo que comentabas antes del «despecho», ese «se van a enterar éstos de lo que soy capaz», te llevan a un lugar un tanto «siniestro». A tu rol profesional de trader se une una «inmensa» y pesada losa que llevas dentro. Esa no depende del mercado sino de ti mismo. Es un reto añadido.

Y: Creo que lo entiendo, es como si tuviera al enemigo en casa.

G: Es exactamente eso. En muchas ocasiones hay una lucha interna con mensajes maternos o paternos, que no está explicitada, pero que esta «marcada» a fuego en un lugar muy profundo de tu mente. Uno acaba viviendo para «pelear» con ese mensaje. ¿Viste la película «Leolo»?

Y:No, no la he visto.

G: Uno de los protagonistas es maltratado por un grupo de chicos. A partir de ese día su vida se convierte en una carrera sin descanso para hacer de su cuerpo una máquina perfecta, pesas, ejercicios… a través del trabajo sin descanso consigue una musculatura espectacular. Muchos años después, ya con un cuerpo tremendamente musculado, vuelve a encontrarse con el mismo grupo de chicos… ¿Sabes que sucedió?

Y: Se vengó de ellos supongo.

G: Volvieron a atizarle. Su cuerpo era inmenso, sus musculos parecían poderosos. Pero su «mensaje» interno seguía siendo el mismo. No era un problema de fuerza externa, sino interna.

Y: Entiendo. ¿Y que se puede hacer para corregir esos guiones?

G: En ello estamos, los dos primeros ejercicios que te envío, tienen como objetivo el desenmascaramiento de dichos mensajes. Como puedes ver son ejercicios muy simples de ejecución pero descubrirás que son muy poderosos si respetas las mínimas reglas. Constancia y paciencia.

Hace poco, tuve la oportunidad de trabajar con un trader de los que yo califico como «brillantes» en su formación técnica, en sus análisis, en su modo de leer los mercados. Su problema es que «fracasa» una y otra vez en tareas de procedimiento. Tras un análisis excelente decide, por ejemplo, que tiene que adoptar posiciones largas y al introducir la orden en la TWS, abre cortos, cuando se da cuenta, entra en un estado confusional que le bloquea y le impide cerrar la posición abierta por error, eso hace que mantenga una posición que cada vez acumula más pérdidas.

Cuando trabajamos dicho problema se puso de manifiesto algo evidente a simple vista, sencillamente se está «autoboicoteando». Sabemos cómo lo hace, la tarea más urgente ahora es saber ¿por qué?.

Nuestra propuesta es un trabajo a varios niveles:

  • En el nivel profundo: dar «permisos» a todas las carpetas internas que puedan estar impidiendo el buen desempeño en el mercado. Detectar los «gestos» y «rutinas» que dificultan el desarrollo de un buen «rol» de trader -impaciencia, falta de disciplina, impulsividad, miedo, bloqueos-
  • En el nivel técnico mejorar los recursos de análisis del mercado y posicionamiento ventajoso.

Se trata de iniciar un camino que no sólo debería llevar al conocimiento de los mercados sino, lo que es más importante, al conocimiento de uno mismo. El mercado es un gran maestro si uno sabe escucharlo.

© Guillermo Robledo – 2004 – www.psicobolsa.com

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