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X-Trader escribió:Volviendo al tema del Brexit... Atentos por Yellen, Carney y Draghi se han largado del summit que tenían en Sintra. ¿Casualidad? No lo creo... ¿Qué andarán tramando? Mucho cuidado con los cortos aquí porque podría haber inyección de liquidez en breve.

Saludos,
X-Trader

Josephine escribió:

Gordon Geko escribió:Josephine para que no pierdas la esperanza este ensayo sobre la millonaria grandeza de la proximidad y la cotidianeidad...."La resistencia intima" de Josep maria Esquirol.........................

Te agradezco la recomendación Gordon Gekko (me gusta ese nombre).
Disfruto de nuevas ideas y pensamientos,
y estos del libro y de este señor no los conocía.
Pero quizás sea demasiado tarde.

Josephine escribió:...para perder toda esperanza en el género humano.
Yo ya la perdí hace mucho tiempo.

Hay muchas reacciones bioquímicas reversibles y en permanente equilibrio,
que sólo necesitan un empujoncito de energía libre, o no, para ir en un sentido u otro.
Quizás ciertos equilibrios psicológicos necesiten algo más que un terroncito de energía.
Aunque, como en los mercados, quizás nunca haya que descartar nada.

Josephine escribió: Quizás con personas como tú, Gordon, aun quede un resquicio de esperanza.
Besos.

Querido Gordon. Nos enfrentamos a un adversario insidioso y brutal, un enemigo multitudinario que va armado hasta los dientes y persevera en su asedio a nuestra fortaleza día tras día, noche tras noche. Pensarás que ya se me disparó la vena paranoica, tú que todo lo ves tan bonito y tan fácil desde esa isla física o química o mental en la que has ido a instalarte. Quizá yo sea una paranoica, pero entre tanto el múltiple enemigo sigue acechando en todos los frentes, librando sus batallas día tras día, cosechando sus victorias noche tras noche: al Norte, en el gran frente orgánico, sobre las vastas praderas del dolor, se posiciona y amenaza la enfermedad, los mil y un desgastes, quiebras e insuficiencias que atentan contra nuestro principal —nuestro único— efectivo, que es el cuerpo; al Sur, en el frente mental, si aceptamos llamarlo así, los vientos del desánimo y la depresión, el aire helado del fatalismo paralizante, del nihilismo disgregador, así como las mil y una piedras de la locura que vuelan buscando hacer blanco en nuestra cabeza; al Este, avanzando imparable como el carro de la Aurora, cabalgando con todo su aparato de relinchos y espumarajos, el muy real espectro del totalitarismo, con un primer desarrollo expeditivo y bárbaro, sanguinario, y una fase adulta en la que muta hacia formas más “amables” y “civilizadas”, es decir, más invisibles y eficaces en su afán de dominio, y de exterminio; y al Oeste… Ya sabemos lo que hay en ese negro Oeste contra el que vamos siendo arrinconados. La inevitable cuchilla final, sí, el finis vitae o definitivo silencio, llámalo como más te guste.

Hay soledades incomparables en su compartir. En realidad, sólo quien es capaz de soledad puede estar de veras con los demás. Pintadas en la pared de la habitación de un anacoreta, en una casa muy deteriorada de la ciudad italiana de Turín, se podían leer estas palabras: "quien va al desierto no es un desertor". Paradójicamente, a pesar del significado de desertor (aquel que abandona un deber o un compromiso y huye hacia una zona deshabitada), esa inscripción quizá contenía toda la verdad. Es obvio que, en sentido figurado, el desierto no se encuentra sólo en las vastas extensiones de tierra árida o agrietada, ni en los mares de arena abrasados por un sol de justicia; el desierto está en todas partes y en ninguna: en medio de la ciudad, por ejemplo. Quien va al desierto es, sobre todo, un resistente. No necesita coraje para expandirse sino para recogerse y, así, poder resistir la dureza de las condiciones exteriores. El resistente no anhela el dominio, ni la colonización, ni el poder. Quiere, ante todo, no perderse a sí mismo, pero, de una manera muy especial, servir a los demás. Esto no debe confundirse con la protesta fácil y tópica; la resistencia suele ser discreta. Resistir no sólo es propio de anacoretas y ermitaños. Existir es, en parte, resistir.
Que nuestro existir sea un resistir es algo que se puede sostener precisamente porque una de las dimensiones de la realidad se deja interpretar como fuerza disgregadora. De hecho, la peor de las pruebas a que debe someterse la condición humana es la constante disgregación del ser. Como si las fuerzas centrífugas de la nada quisieran poner a prueba la capacidad del hombre para resistir la embestida. Aunque algunos de los rostros enemigos cambian, no es una prueba de hoy, ni siquiera de ayer, sino de siempre, porque es la misma realidad (con el rostro del tiempo y su esencial irreversibilidad, por ejemplo) la que protagoniza el asedio. Para quien no tiene casa, la noche y el frío son las bestias salvajes más feroces , elementos sobresalientes de lo inhóspito. De ahí que quepa hablar de la noche y de la intensa gelidez del ser, y de la calidez humana del hogar.

Josephine escribió:

Gordon Geko escribió:Josephine para que no pierdas la esperanza este ensayo sobre la millonaria grandeza de la proximidad y la cotidianeidad...."La resistencia intima" de Josep maria Esquirol.........................

Te agradezco la recomendación Gordon Gekko (me gusta ese nombre).
Disfruto de nuevas ideas y pensamientos,
y estos del libro y de este señor no los conocía.
Pero quizás sea demasiado tarde.

Josephine escribió:...para perder toda esperanza en el género humano.
Yo ya la perdí hace mucho tiempo.

Hay muchas reacciones bioquímicas reversibles y en permanente equilibrio,
que sólo necesitan un empujoncito de energía libre, o no, para ir en un sentido u otro.
Quizás ciertos equilibrios psicológicos necesiten algo más que un terroncito de energía.
Aunque, como en los mercados, quizás nunca haya que descartar nada.

Josephine escribió: Quizás con personas como tú, Gordon, aun quede un resquicio de esperanza.
Besos.

Querido Gordon. Nos enfrentamos a un adversario insidioso y brutal, un enemigo multitudinario que va armado hasta los dientes y persevera en su asedio a nuestra fortaleza día tras día, noche tras noche. Pensarás que ya se me disparó la vena paranoica, tú que todo lo ves tan bonito y tan fácil desde esa isla física o química o mental en la que has ido a instalarte. Quizá yo sea una paranoica, pero entre tanto el múltiple enemigo sigue acechando en todos los frentes, librando sus batallas día tras día, cosechando sus victorias noche tras noche: al Norte, en el gran frente orgánico, sobre las vastas praderas del dolor, se posiciona y amenaza la enfermedad, los mil y un desgastes, quiebras e insuficiencias que atentan contra nuestro principal —nuestro único— efectivo, que es el cuerpo; al Sur, en el frente mental, si aceptamos llamarlo así, los vientos del desánimo y la depresión, el aire helado del fatalismo paralizante, del nihilismo disgregador, así como las mil y una piedras de la locura que vuelan buscando hacer blanco en nuestra cabeza; al Este, avanzando imparable como el carro de la Aurora, cabalgando con todo su aparato de relinchos y espumarajos, el muy real espectro del totalitarismo, con un primer desarrollo expeditivo y bárbaro, sanguinario, y una fase adulta en la que muta hacia formas más “amables” y “civilizadas”, es decir, más invisibles y eficaces en su afán de dominio, y de exterminio; y al Oeste… Ya sabemos lo que hay en ese negro Oeste contra el que vamos siendo arrinconados. La inevitable cuchilla final, sí, el finis vitae o definitivo silencio, llámalo como más te guste.

Hay soledades incomparables en su compartir. En realidad, sólo quien es capaz de soledad puede estar de veras con los demás. Pintadas en la pared de la habitación de un anacoreta, en una casa muy deteriorada de la ciudad italiana de Turín, se podían leer estas palabras: "quien va al desierto no es un desertor". Paradójicamente, a pesar del significado de desertor (aquel que abandona un deber o un compromiso y huye hacia una zona deshabitada), esa inscripción quizá contenía toda la verdad. Es obvio que, en sentido figurado, el desierto no se encuentra sólo en las vastas extensiones de tierra árida o agrietada, ni en los mares de arena abrasados por un sol de justicia; el desierto está en todas partes y en ninguna: en medio de la ciudad, por ejemplo. Quien va al desierto es, sobre todo, un resistente. No necesita coraje para expandirse sino para recogerse y, así, poder resistir la dureza de las condiciones exteriores. El resistente no anhela el dominio, ni la colonización, ni el poder. Quiere, ante todo, no perderse a sí mismo, pero, de una manera muy especial, servir a los demás. Esto no debe confundirse con la protesta fácil y tópica; la resistencia suele ser discreta. Resistir no sólo es propio de anacoretas y ermitaños. Existir es, en parte, resistir.
Que nuestro existir sea un resistir es algo que se puede sostener precisamente porque una de las dimensiones de la realidad se deja interpretar como fuerza disgregadora. De hecho, la peor de las pruebas a que debe someterse la condición humana es la constante disgregación del ser. Como si las fuerzas centrífugas de la nada quisieran poner a prueba la capacidad del hombre para resistir la embestida. Aunque algunos de los rostros enemigos cambian, no es una prueba de hoy, ni siquiera de ayer, sino de siempre, porque es la misma realidad (con el rostro del tiempo y su esencial irreversibilidad, por ejemplo) la que protagoniza el asedio. Para quien no tiene casa, la noche y el frío son las bestias salvajes más feroces , elementos sobresalientes de lo inhóspito. De ahí que quepa hablar de la noche y de la intensa gelidez del ser, y de la calidez humana del hogar.

sk_c7 escribió:Buen articulo Alberto, lo interesante sería que escocia ahora pida independencia y gane se quede en la Union Europea por otro lado, que irlanda del norte la pida también y se una a irlanda saliendo así también del reino unido. En pleno hundimiento de la libra sería buen momento para usar de excusa que prefieren el euro. Por otro lado los dos paises que quedarían Gales e Inglaterra que sufrieran el aislamiento con la pérdida de beneficios en contratos comerciales y que las grandes compañias(morgan stanley ya ha anunciado desplazar a sus trabajadores fuera del país) desplazasen sus oficinas a otro lugar europeo. El daño sería tan brutal que sería la destrucción de reino unido.

Por cierto, oportunidad única para que haya una nueva city si tuvieramos políticos inteligentes y espabilados modificarían la legistlación e incentivarían hacerlo en Madrid, atrayendo todo lo que pudiera perder Londres, lástima que no vaya a suceder.

sk_c7 escribió:Joder parece que me han escuchado los cabrones!

sk_c7 escribió:Joder parece que me han escuchado los cabrones!

X-Trader escribió:a ver si ahora Madrid se va a convertir en la nueva City