Creo que es muy acertado lo que dices.
El siguiente párrafo creo que merece alguna aclaración desmitificadora.
Gator escribió:......
Ademas del valor intrinseco y del temporal, tambien pagas la volatilidad del subyacente, cuanto mayor es esta mayor es la prima a pagar.
Poco mas puedo decir del funcionamiento de las opciones sin entrar en el maravilloso mundo de las (letras) griegas, que deberia tenerse muy en cuenta al operar. Yo recomendaria estudiarlas bien y bajarse una calculadora de opciones, por ejemplo la de MEFF.
Saludos
El inversor habitual huye de los derivados como del fuego.
En cierto modo hace bien, puesto que los derivados son instrumentos de inversión de corto plazo (al menos limitado).
Los inversores suelen presumir de invertir a largo plazo.
En cualquier caso los derivados son instrumentos de inversión muy versátiles y potentes. Se pueden utilizar para cualquier horizonte temporal, para cualquier escenario o espectativa y para cualquier estrategia de inversión.
El escenario más habitual entre los inversores clásicos es comprar porqque está infravalorado, porque el mercado está equivocado y esta empresa vale más y porque tarde o temprano tiene que subir.
Para ese escenario poca aplicación le encuentra a las opciones porque para ganar dinero con las opciones el valor tiene que subir antes de una determinada fecha.
(Con las opciones se puede ganar y perder dinero cuando el valor sube, cuando el valor baja y cuando el valor no se mueve, pero eso ahora no nos interesa porque sería largo y dificil de explicar, me quedo solo con la comparación con la clásica estrategia de comprar y mantener acciones).
Un especulador muy agresivo que especule habitualmente con opciones y futuros no necesita saber mucho de esas griegas que dices, un inversor normalito que solo pretenda aprovechar las ventajas de los derivados no necesita saber nada de griegas.
Basta con que comprenda que el valor de las opciones siempre se ajusta al valor real y actual del subyacente en el mercado. Cualquier pequeña desviación en el valor de las opciones con respecto al valor del subyacente será inmediatamente aprovechado y ajustado por los creadores de mercado, que para eso están.
Para decidir comprar una CALL (uno o muchos contatos CALL) en lugar de comprar las acciones basta con estar convencido de que el valor subirá a corto plazo y no disponer temporalmente del dinero necesario para comprar las acciones porque lo tenemos invertido en Letras del Tesoro que vencen dentro de tres meses y no nos interesa venderlas ahora en el mercado secundario.
La siguiente decisión sería que CALL comprar. Elegir Strike y vencimiento tampoco requiere saber de griegas.
Con respecto al vencimiento basta con entender que cuanto más tiempo falte para el vencimiento más probabilidades hay de que alcance un valor superior antes de vencer y que por tanto se cotiza más caro y hay que emplear más dinero para abrir esa posición. Pero eso no implica mayor riesgo, más bien implica menos riesgo y por eso se cotiza más caro.
Con respecto al Strike basta con entender los dos casos extremos para entender todos los demás sin necesidad de griegas.
Un caso extremo son las opciones muy dentro del dinero que no tienen valor extrínseco y solo tienen valor intrínseco. Es lo más parecido a comprar las acciones pero solo requiere entre el 25 y el cincuenta por ciento (depende de lo alejado que esté el vencimiento) de los recursos que serían necesarios para comprar las acciones. Por cada euro que suba el subyacente el valor de esa opción subirá también un euro y ganaremos lo mismo que si hubiesemos comprado las acciones. Por misterio de las griegas que no hace falta saber ni entender, perderemos menos de un euro cuando baja, entre otras cosas porque se suele dar el caso de que adquieren valor extrínseco que no tenían cuando las compramos, aunque el valor intrínseco baje, el precio total no baja tanto.
El otro caso extremo son los Strikes muy fuera del dinero (los más baratos) que no tienen valor intrínseco y muy poco valor extrínseco. En este caso y suponiendo que el valor subiera ganaríamos muy poco con relación a lo que podríamos haber ganado con las acciones. Suponiendo que el valor subiera un euro, nuestra CALL se habría revalorizado solo 10 o 20 céntimos (depende de lo alejado que esté el vencimiento) pero como solo habríamos empleado 10 céntimos para comprarla estaríamos hablando de una revalorización del 100 ó 200 % y si el valor continuase subiendo podríamos tener revaalorizaciones del 500 ó 1.000%. Habríamos ganado más comprando las acciones, pero recordemos que no podíamos comprarlas porque no disponíamos de los recursos necesarios y por tanto no habríamos ganado nada.
Solo nos falta entender el caso medio y extrapolar los demás que en ningún caso serán más de otros 6 u 8 que con los tres expuestos compondrían un abanico de 9 a 11 para elegir en función de nuestras posibilidades o preferencias.
El caso medio sería justo el Strike que coincide con el precio del subyacente, sería una CALL que tiene mucho valor temporal o extrínseco y ningún valor intrínseco. en este caso solo vamos a ganar 50 céntimos si el subyacente sube un euro y también vamos a perder 50 céntimos si lo baja.
Creo que se consume demasiado tiempo y dinero en aprender y enseñar los modelos de valoración y toda esa serie de griegas sin necesidad.
Se tiende a magnificar su importancia y la del que las entiende y alimentan el mito y el aire de misterio de las opciones y los derivados cuando en realidad no hay nada de mito ni de misterio.
Basta con tener fe en el mercado y eso no es dificil.
Afortunadamente el mercado es incapaz de valorar adecuadamente una empresa y el precio de sus acciones. Ni falta que hace.
Pero valorar los derechos de compra o venta de unas acciones que cotizan en el mercado a un precio cierto y constantemente se cruzan millones de títulos, eso para el mercado está chupao.
No hace falta saber de griegas, basta con un poquito de fe en el mercado y su capacidad para valorar las opciones.
¿Quien puede dudar de esa capacidad?
Al menos yo no lo dudo.
Yo creo que el valor de las opciones siempre se ajusta al valor real y actual del subyacente en el mercado.
Claro que antes de elegir creer dedique mucho tiempo y esfuerzo innecesario para saber y entender de griegas, como otros muchos.
Ojalaá hubiera elegido creer antes.
Pero es que yo suelo ser muy incrédulo en estos temas.
Un saludo
Tom