Reflexión sobre estar equivocado
Publicado: 30 Jun 2007 20:19
bueno, hoy no es mi dia para estar mirando gráficas y las generosas explicaciones de scalp sobre las distintas dimensiones. hoy es sabado y es dia de reflexión del mercado. quiero compartir con ustedes mis reflexiones.
Estoy equivocado, mientras el mercado no me demuestre lo contrario.
Mi objetivo no es acertar. Es estar menos equivocado.
Si estoy equivocado, soy yo quien decide hasta donde puedo estar equivocado.
Si estoy en lo cierto, es el mercado quien decide cuando dejo de estar en lo cierto.
Estar equivocado es una sentencia en firme sobre mi. Estar en lo cierto es una presunción de inocencia momentanea sobre mi condición real: estar equivocado.
Yo gestiono mi equivocación. El mercado gestionará , por si solo, mis no-equivocaciones o lo que es lo mismo:
El trader gestiona las operaciones negativas. El mercado gestiona las operaciones positivas.
La gestión de las equivocaciones, es la gestión para poder estar lo más fuerte posible para la próxima vez que el mercado te ofrezca la oportunidad de no estar equivocado. Como tu naturaleza en el mercado es estar equivocado, entra en contradicción con tu naturaleza en la vida que es ganar. Para armonizar ambas naturalezas, las equivocaciones han de ser muy pequeñas, y nunca dejar de saber que tu naturaleza mercantil es estar innumerable veces equivocado, para asi poder acercarte algo a tu naturela vital cuando el mercado te lo permita: ganar.
Las gestión de las no-equivocaciones, no puede estar limitada por el trader, porque no esta en su naturaleza mercantil el acertar. Nuestros instintos que proceden de nuestra naturaleza vital (ganar) en un terrero no natural al trader como es estar en lo cierto en el mercado, paradojicamente no estan en armonía porque nuestros instintos de ganar querrán definir la victoria en el mercado en forma de operación victoriosa (cerrada). Y la definición personal del trader sobre la victoria, no es la definición del mercado, ni siquiera la definición de victoria en la vida real del trader, porque es un autoengaño temporal provocado por las "esencias embriagantes" que emanan de un terreno no natural al trader, un terreno que es una tierra llena de trampas en la que su esencia es engañar a los hombres para despojarlo de su fortuna. Esa definición personal de victoria es un error porque esa definición es temporal, limitada y psicológica, pero no real ni mercantil ni vitalmente hablando. El trader no puede definirse a si mismo como victorioso, pues nadie puede autoproclamarse por si mismo rey de un país, a menos que le ronde la locura. Debe ser el mercado, y solo el mercado quien te defina como rey, pues solo él se puede rendir ante ti , ya que no podemos doblegarlo por la fuerza.
Así el mercado define la derrota y la trader la limita (sino te rindes ante el mercado te cortará la cabeza). El mercado define la victoria, pero el trader no la puede limitar, porque sino será una victoria falaz ya que el mercado no se ha doblegado en realidad, solo ha extendido un brillante ardid, en la que se genuflexa ante ti un momento, pero no te ha prometido juramento de lealtad, porque su naturaleza es la traición. No puedes obligarlo a arrodillarse ante su majestad por la fuerza, porque es más fuerte que tú. Sino que por la inteligencia, la paciencia, la perseverancia y todas las virtudes que puedas aplicar y de esta manera construirte una autoridad, en la que el mismo decida agacharse ante tu presencia. Y así siempre, porque esta no es una historia feliz con final concreto, donde el rey reina y el mercado se deja reinar, porque su naturaleza es la traición y sino fuera esa su naturaleza, no sería mercado, sería otra cosa. Esta es en realidad una historia terrible atrapada en un bucle repetitivo en la que todos los dias al levantarte eres un mendigo, y solo puedes luchar por dos cosas para la ultima hora del dia, acostarte como rey excepcionalmente o como mal menor acostarte como mendigo. La tragedia de este terrible cuento, no es ni siquiera ese terrible bucle en que siempre te levantas mendigo aunque te acostaras otra vez como mendigo. La verdadera tragedia es no volver a despertar.
Para saber que es equivocado y que es no-equivocado debemos de tener una teoría sobre que es cada una de esas cosas. Una base objetiva.
Estoy equivocado, mientras el mercado no me demuestre lo contrario.
Mi objetivo no es acertar. Es estar menos equivocado.
Si estoy equivocado, soy yo quien decide hasta donde puedo estar equivocado.
Si estoy en lo cierto, es el mercado quien decide cuando dejo de estar en lo cierto.
Estar equivocado es una sentencia en firme sobre mi. Estar en lo cierto es una presunción de inocencia momentanea sobre mi condición real: estar equivocado.
Yo gestiono mi equivocación. El mercado gestionará , por si solo, mis no-equivocaciones o lo que es lo mismo:
El trader gestiona las operaciones negativas. El mercado gestiona las operaciones positivas.
La gestión de las equivocaciones, es la gestión para poder estar lo más fuerte posible para la próxima vez que el mercado te ofrezca la oportunidad de no estar equivocado. Como tu naturaleza en el mercado es estar equivocado, entra en contradicción con tu naturaleza en la vida que es ganar. Para armonizar ambas naturalezas, las equivocaciones han de ser muy pequeñas, y nunca dejar de saber que tu naturaleza mercantil es estar innumerable veces equivocado, para asi poder acercarte algo a tu naturela vital cuando el mercado te lo permita: ganar.
Las gestión de las no-equivocaciones, no puede estar limitada por el trader, porque no esta en su naturaleza mercantil el acertar. Nuestros instintos que proceden de nuestra naturaleza vital (ganar) en un terrero no natural al trader como es estar en lo cierto en el mercado, paradojicamente no estan en armonía porque nuestros instintos de ganar querrán definir la victoria en el mercado en forma de operación victoriosa (cerrada). Y la definición personal del trader sobre la victoria, no es la definición del mercado, ni siquiera la definición de victoria en la vida real del trader, porque es un autoengaño temporal provocado por las "esencias embriagantes" que emanan de un terreno no natural al trader, un terreno que es una tierra llena de trampas en la que su esencia es engañar a los hombres para despojarlo de su fortuna. Esa definición personal de victoria es un error porque esa definición es temporal, limitada y psicológica, pero no real ni mercantil ni vitalmente hablando. El trader no puede definirse a si mismo como victorioso, pues nadie puede autoproclamarse por si mismo rey de un país, a menos que le ronde la locura. Debe ser el mercado, y solo el mercado quien te defina como rey, pues solo él se puede rendir ante ti , ya que no podemos doblegarlo por la fuerza.
Así el mercado define la derrota y la trader la limita (sino te rindes ante el mercado te cortará la cabeza). El mercado define la victoria, pero el trader no la puede limitar, porque sino será una victoria falaz ya que el mercado no se ha doblegado en realidad, solo ha extendido un brillante ardid, en la que se genuflexa ante ti un momento, pero no te ha prometido juramento de lealtad, porque su naturaleza es la traición. No puedes obligarlo a arrodillarse ante su majestad por la fuerza, porque es más fuerte que tú. Sino que por la inteligencia, la paciencia, la perseverancia y todas las virtudes que puedas aplicar y de esta manera construirte una autoridad, en la que el mismo decida agacharse ante tu presencia. Y así siempre, porque esta no es una historia feliz con final concreto, donde el rey reina y el mercado se deja reinar, porque su naturaleza es la traición y sino fuera esa su naturaleza, no sería mercado, sería otra cosa. Esta es en realidad una historia terrible atrapada en un bucle repetitivo en la que todos los dias al levantarte eres un mendigo, y solo puedes luchar por dos cosas para la ultima hora del dia, acostarte como rey excepcionalmente o como mal menor acostarte como mendigo. La tragedia de este terrible cuento, no es ni siquiera ese terrible bucle en que siempre te levantas mendigo aunque te acostaras otra vez como mendigo. La verdadera tragedia es no volver a despertar.
Para saber que es equivocado y que es no-equivocado debemos de tener una teoría sobre que es cada una de esas cosas. Una base objetiva.