LA TULIPANOMANIA EN HOLANDA
Aquí tienen la historia de una burbuja financiera de hace mas de 3 siglos. Para que vean que esto no es nuevo; la actual burbuja se llamaría: la Terra-Manía en España Jejee. ;oD
En el siglo XVII, los tulipanes se hicieron cada vez más populares en los jardines de Europa Occidental. En Holanda surgió un mercado tanto de bulbos raros como de bulbos más corrientes.
El episodio denominado «burbuja de los tulipanes» se produjo entre 1634 y 1637. En 1634, el precio de los bulbos raros comenzó a subir. El mercado inició una actividad febril, en la que los especuladores compraban bulbos previendo que más adelante los precios serían aún más altos. Por ejemplo, el precio de un bulbo llamado «Almirante Van de Eyck» subió de 1500 guineas en 1634 a 7.500 en 1637, cifra equivalente a lo que costaba una vivienda en esa época. Se cuenta que un marinero comió bulbos por error, sólo para darse cuenta después de su costosa equivocación. A principios de 1637, los precios subieron más deprisa. Se disparó incluso el precio de los bulbos más corrientes, multiplicándose por 20 en enero. Pero en febrero de 1637, los precios se hundieron. Unos años más tarde, los bulbos se vendían por un 10 por ciento aproximadamente del valor que alcanzaron en el momento de apogeo de la burbuja.
Para que vean que los mercados no cambian. Los mercados siempre se moverán igual, hasta que la mentalidad del hombre cambie. Con esto quiero decir que el mercado se mueve básicamente por el sentimiento de la masa (euforia, pánico, …). Es la naturaleza humana que es así; vive de emociones, de sentimientos.
Espero que les sirva para comprender de que está lleno el mercado y como trabajan. Y no va por los dueños de empresas sino por muchos analistas (sin genaralizar).
La compañía tuvo éxito inmediato. El precio de las acciones subió de 1.600 rublos (lo que equivalía en ese momento a un dólar) en febrero a 105.000 (51 dólares) en junio. Ese mes, según las declaraciones de la compañía, el número de accionistas aumentó a 10 millones. El problema era que la empresa no producía ni tenía activos, salvo 140 oficinas en Rusia. Las acciones carecían de valor intrínseco. El éxito inicial de la compañía se basó en un sistema piramidal convencional: MMM utilizó los fondos procedentes de la venta de nuevas acciones para pagar los rendimientos prometidos por las antiguas. A pesar de las repetidas advertencias de las autoridades, incluido Boris Yeltsin, de que MMM era un fraude y de que la subida del precio de las acciones era una burbuja, los rendimientos prometidos eran demasiado atractivos para muchos rusos, especialmente habida cuenta de la profunda recesión económica.
El plan sólo podía funcionar mientras el número de nuevos accionistas aumentara suficientemente deprisa. A finales de julio de 1994, la compañía ya no pudo cumplir sus promesas y el sistema se hundió. La compañía cerró. Mavrody trató de chantajear al gobierno para que pagara a los accionistas, alegando que de no hacerlo, estallaría una revolución o una guerra civil. El gobierno se negó y muchos accionistas se enfadaron con él y no con Mavrody. Unos meses más tarde, Mavrody se presentó, de hecho, a las elecciones al Parlamento, erigiéndose en defensor de los accionistas que habían perdido sus ahorros, y resultó elegido.