erredosdedos escribió:Muy buena observación, Tom. A ver si entre todos pudiéramos crear la frontera:
1. Inversor. Compra un piso por ejemplo, porque cree que la revalorización que tendrá siempre será superior al de cualquier otro método con bajo riesgo. Tampoco está interesado en vender el valor, solo en que su capital no mengüe. Quiere NO PERDER. En la bolsa, nunca estaría corto. SOLO COMPRA.
2. Especulador: compra la opción de compra de un piso porque cree que va a subir rápidamente. No está interesado en tener nada, solo en QUEDARSE CON LA DIFERENCIA. En la bolsa se pone largo o corto, le da igual.
3.Trader. Se parece tanto al anterior, que en realidad habría que matizar en qué se diferencia. A bote pronto, trader es un tecnicismo más específico: solo es aplicable a alguien que actúa en los mercados financieros. No le interesa tanto lo que va a cambiar el precio del activo como lo que está cambiando, no sé si me explico o me he liao
A ver si alguien quiere afinar más en la diferencia entre especulador y trader. Esta claro que todos los especuladores no son traders: comprar la opción de un piso y venderla no sería hacer trading

La pregunta es ¿es el trader una clase de especulador? o sea ¿son todos los traders especuladores o son dos cosas diferentes?

Todas las comparaciones son odiosas
Mal comparao, por seguir con la construcción.
El inversor sería comparable al promotor inmobiliario. Sus planificaciones suelen ser de largo plazo, normalmente entre tres y diez años. Se involucra en un proyecto desde el principio hasta el fin, desde que compra el espacio vacio y sin objetivo concreto, hasta que vende y entrega una vivienda concreta y terminada al usuario final.
El especulador sería comparable al constructor. Sus planificaciones son obra por obra y normalmente una obra dura un año o poco más. Cuando interviene el proyecto está ya en marcha y ya se ha concretado mucho. no le interesa demasiado el principio ni el fin y se concentra en la realización técnica y material de la obra.
El trader sería comparable al albañil. Lo único que le inteesa es la pared que le han encargado. Se concentra en ir a trabajar todos los días y colocar cuidadosamente y repetitivamente un ladrillo encima de otro, hasta completar la pared.
Es el único que trabaja todos los días con igual intensidad y sin demasiadas preocupaciones.
Los otros dos tienen momentos de trabajo intenso y momentos de simplemente esperar a que se cumplan los plazos.(cortar el cupon)
Pero nunca se libran de un cierto grado de preocupación que en determinados momentos puede ser muy intensa.
Ninguno podría existir sin los otros dos.
Y cualquiera de los tres puede (a veces debe) asumir cualquiera de las labores de los otros, dos pero siempre diferenciadas en tiempo y lugar.
El trader intradiario es un trabajador de los mercados.
Su función social es aportar liquidez.
Es un creador de mercado, libre y sin compromisos, que pone sus posiciones, grandes o pequeñas, donde quiere y cuando quiere.
Cada operación es una creación. Ha creado una oferta y una demanda que antes no existían y que se han cruzado (o no) en el mercado.
Vaya Vd. a saber con quien.
A veces será con un inversor, otras con un especulador y la mayoría de las veces con otro creador de mercado.
Al final del día (o de su jornada de trabajo) sus posiciones están cerradas y son história.
Y con sangre, sudor y lágrimas se va escribiendo la história, día a día, operación tras operación.
Ladrillo a ladrillo.
También es compatible y no excluyente
