El entorno de las pérdidas y las ganancias.
Para introducirnos en el proceso de decisión de cada individuo, debemos inferir una función de utilidad que nos ofrezca un valor de salida para cada una de las decisiones y así poder decidir entre nuestro abanico de posibilidades en cuestiones como, ¿Cuándo comprar?, ¿A qué precio comprar?, ¿Cuánto comprar?…., para ello vamos a utilizar la función de Kahneman y Tversky que tiene tres elementos esenciales:
– Las transacciones procesadas por la contabilidad mental son, principalmente, evaluadas de una en una y no en relación a otras transacciones.
– Tanto la función de pérdidas como la de ganancias muestran una sensibilidad decreciente, y esto implica que la diferencia entre 10€ y 20€ parece mayor que la diferencia entre 1.000€ y 1.010€.
– Aversión al riesgo. La pérdida de 100€ nos produce más dolor que la satisfacción que proporciona una ganancia de 100€. La influencia que la aversión al riesgo ejerce sobre nuestra mente es considerable, como veremos más adelante.
A continuación vamos a repasar mediante algunos ejemplos las características de la función expuesta. Supongamos que nos queremos comprar una corbata y un traje por 10€ y 120€ respectivamente, y al llegar a la tienda el vendedor nos comunica que en el almacén situado a 20 kilómetros de la tienda donde nos encontramos, han rebajado los precios de ambos productos en 5€, dejándolos en 5€ y 115€ respectivamente. Ante esta circunstancia la mayoría de las personas preferirá recorrer la distancia para beneficiarse de la rebaja de la corbata pero no hará lo mismo por el traje, a pesar de que la rebaja en ambos casos es la misma, en este caso nuestra contabilidad mental se basa en percepciones relativas y no absolutas.
El ejemplo de la corbata y el traje nos muestra que estamos dispuestos a recorrer una distancia para ahorrar dinero en el producto de menor precio y no para el mismo ahorro en el producto más caro por lo que inferimos que la utilidad que proporciona el ahorro está asociada a las diferencias en valor y no en el valor de la diferencia. Esto nos ayuda a elaborar un modelo de cómo el individuo procesa las combinaciones de eventos para maximizar su utilidad. Necesitamos saber si para dos eventos, X e Y, su función de utilidad conjunta F(X+Y) es mayor a la suma de las funciones individuales F(X) + F(Y), y la función de utilidad que hemos mencionado antes tendría las siguientes características:
– Separación de las ganancias.
– Agrupación de las pérdidas.
– Agrupación de pequeñas pérdidas con ganancias más grandes (para superar la aversión al riesgo).
– Separar pequeñas ganancias de las pérdidas mayores (la utilidad de una pequeña ganancia supera a la utilidad de reducir en una cantidad pequeña una gran pérdida).
Un ejemplo de la primera regla lo encontramos en la posibilidad de ganar una quiniela con un premio de 75.000 euros, contra la de ganar dos quinielas de 50.000 y 25.000 euros respectivamente. Según los trabajos realizados por Richard H. Thaler el 64% de la población encuestada prefiere la segunda opción. Los ejemplos para el resto de reglas son igual de intuitivos que el mencionado. Respecto al segundo apartado, preferiremos pagar una compra de 50 € con una tarjeta de crédito en la que agruparemos todas las compras del mes y se incluirán dentro de la factura total de supongamos 790 € que pagar los 50 € en efectivo en el momento de la compra.
Apertura y cierre de cuentas
Uno de los componentes con mayor utilidad para el trading de la contabilidad mental es la decisión de cuando dejar una cuenta abierta y cuando cerrarla. Consideremos la compra de 1.000 acciones de telefónica a 10€, la inversión inicial es de 10.000€ pero el valor de la misma fluctuará con los movimientos del mercado, produciendo ganancias o pérdidas en papel hasta que vendemos los títulos. La contabilidad mental de estas pérdidas y ganancias es engañosa y depende de la variable tiempo, una de las intuiciones básicas esta en que una pérdida efectiva produce más dolor que una pérdida sobre el papel y debido a que cerrar una cuenta con pérdidas produce dolor, la contabilidad mental nos induce a retrasar la decisión de cerrar las operaciones perdedoras y a adelantar la decisión de cerrar las operaciones ganadoras para alimentar nuestro ego.
Toma de decisiones: Agrupación y sucesos pasados
Cuando pensamos en los procesos de toma de decisiones como un conjunto de sucesos que podemos agrupar o disociar, debemos considerar la importancia de la localización de paréntesis para agrupar estos sucesos, ya que el dolor producido por una pérdida es menor si podemos combinar esta pérdida con una ganancia superior, difuminando así su efecto total.
Igual importancia tienen los sucesos pasados para la toma de decisiones, si estamos operando en el mercado y vamos a abrir una posición, los resultados de las decisiones pasadas siempre afectaran al proceso mental de la nueva posición. En la tabla que se muestra a continuación se puede ver el resultado de un trabajo realizado en 1990 con estudiantes de un MBA, que consistía en una seria de preguntas, mientras operaban con dinero real. Me gustaría recalcar la importancia del dinero real, no es lo mismo hacer este test sentados en el salón de casa mientras nos tomamos un café, que operando en el mercado mientras nos jugamos nuestros ahorros.
La primera pregunta de la encuesta nos ofrece la visión de cómo una ganancia puede estimularnos a buscar mayor riesgo en la misma cuenta, a este fenómeno se le denomina ‘house money effect’ o ‘efecto del dinero de la casa’ o ‘efecto del dinero arrebatado al mercado’ y debe su nombre a los jugadores de casino que llaman ‘la casa’ al casino y por consiguiente, el dinero de la casa sería el que han arrebatado previamente al casino. Esta cuenta mental de nuestro dinero y el del casino o mercado financiero se vuelve a poner a cero cada día si nos dedicamos a una operativa intradía. En este caso tenemos un claro ejemplo de cómo la contabilidad mental supone un problema para nuestra operativa ya que deberíamos tratar de igual forma el dinero con el que empezamos la operativa del dinero arrebatado al mercado, que debe ser tratado como nuestro dinero y no exponerle a un mayor riesgo.
La segunda conclusión del estudio, nos la brindan las preguntas segunda y tercera, pérdidas pasadas no estimulan la búsqueda de riesgo, salvo que la nueva jugada nos ofrezca la posibilidad de compensar la pérdida anterior (break even point), cualquier trader, ya sea profesional o amateur, puede corroborar esta conclusión mediante su experiencia personal.
Conclusión
Durante la exposición de los ejemplos y trabajos realizados en el campo de la contabilidad mental se ha tratado de demostrar la importancia que los procesos de cálculo mentales tienen en nuestra operativa real, partiendo del gran desconocimiento que existe sobre esta materia. Cuanto mayor conocimiento tengamos de estos procesos, mayor será nuestra capacidad de lucha para enfrentarnos al mercado y a su mayor enemigo, que está dentro de cada uno de nosotros.
La industria del trading sabe que la estructura mental de los futuros traders es la idónea para que pierdan dinero, la diferencia de dinero perdido entre los traders novatos vendrá definida por el tiempo que tarde el operador en darse cuenta de que el enemigo está en casa y que tiene que intentar cambiar sus creencias, lo siguiente es tener un buen sistema, unas reglas estables de money management y sobre todo, estar bien capitalizado, mucha disciplina y una elevada dosis de paciencia.
A partir de ahora, cuando abra una posición piense en lo desarrollado en el artículo e intente descifrar los registros mentales que se van creando mientras nos mantenemos en el mercado y adopte las siguientes reglas:
– Evite contar el dinero hasta que no haya cerrado la posición.
– Trate de igual manera el dinero arrebatado al mercado del dinero con el que empezó a operar (house money effect).
– Nunca olvide la influencia que las operaciones anteriores tienen en el proceso de toma de decisión de las operaciones presentes.
– La aversión al riesgo nos lleva a que el sufrimiento provocado por una pérdida sea mayor a la satisfacción que provoca una ganancia de un importe equivalente al de la pérdida.
– No se deje llevar por el espejismo de medir el dinero en términos relativos.
– No deje que su ego le gane la partida retrasando el cierre de las operaciones perdedoras y acelerando el de las ganadoras.