La Pirámide del Trading III

Continuamos con la tercera entrega de la serie escrita por Quinito (Inversor en el Foro), en esta ocasión basada en los libros de Tony Plummer (“The Troubled Trader”), Mark Douglas (“The Disciplined Trader”) y Bill Williams («Trading Chaos”).

CAPÍTULO III: EL CEREBRO HUMANO
Antes de comenzar, conviene explicar algunos conceptos del libro de Bill Williams. Para Williams, los problemas no requieren soluciones sino trascendencia. Cuando a un problema se le aplica una solución sin trascender, se entra en una dinámica errónea. Para él, es imposible solucionar realmente un problema sin reflexionar a fondo. Esto es muy claro en el caso del trading, donde el trader que soluciona sin trascender entra rápidamente en un círculo vicioso que le llevará a la destrucción.

Veamoslo con un ejemplo: cuando el trader logra cierto nivel de confianza en su sistema, comienza a operar de forma disciplinada. La disciplina le genera cada vez más beneficios. Al ver dichos beneficios, el trader cae en el exceso de confianza y empieza a perder disciplina. Comienza a actuar de forma negativa y cada vez de forma más emocional. Vuelven las pérdidas hasta que el trader se detiene, reflexiona y aprende de sus errores. Empieza a operar de nuevo de forma disciplinada y este le lleva, con el tiempo, otra vez hasta el exceso de confianza y comienza de nuevo el circulo vicioso. Es lo que se denomina “el efecto péndulo de las soluciones”. Para superar el efecto péndulo, el trader ha de ir más allá de las simples soluciones, el trader ha de trascender dicho efecto. Williams denomina “Estructura del Tipo 1” al proceso de solución de problemas y “Estructura del Tipo 2” a la trascendencia del anterior.

La estructura del cerebro humano
Adentrándonos en la estructura del cerebro, Tony Plummer lo divide en tres partes: la parte instintiva, la parte emocional y la parte pensante o racional. El orden de dichas partes muestra la cronología de nuestro cerebro, de tal forma que la parte más antigua es la instintiva, luego desarrollamos la emocional y, por último, la racional.

El problema que tenemos como traders es que nuestra operativa puede estar producida por las dos primaras y no por la tercera, como debería ser, y como dichas partes del cerebro las tenemos tan profundamente arraigadas en nosotros, nos resulta muy complicado apartarlas de nuestra operativa. Sin embargo, a medida que conocemos más sobre nuestro cerebro nos resulta más fácil lograr la necesaria separación.

Bill Williams, sin embargo, hace una división distinta del cerebro. También lo divide en tres partes, pero llama a éstas la parte central, el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. Más que en los aspectos negativos de cada una nos centraremos en los aspectos positivos, los cuales tienen más que ver con las “Estructuras del Tipo 2”. Resumiendo, podemos decir que para Williams la parte izquierda del cerebro es idiota, pero trabaja para ayudar a la parte central a cumplir con su trabajo (funciones vitales que se cumplen subconscientemente). En la parte izquierda residen el ego y el miedo y está permanentemente preocupada y ocupada y, por ello, es una parte muy limitada. Sin embargo, en la parte derecha están la imaginación, la inspiración y la intuición. El potencial de esta parte es ilimitado.

Williams dice que podemos determinar qué parte de nuestro cerebro es la que está mandando en un momento dado según nuestro estado de ánimo. Si nos encontramos tensos, preocupados, miedosos, bloqueados… es la parte izquierda la que está dominando. En el mercado, la parte izquierda nos empuja a actuar de forma emocional, ajustando demasiado los stops y realizando rápidamente las pérdidas; así mismo nos llevará a arriesgar demasiado poco dinero. Por el contrario, si nos sentimos muy optimistas, confiados, eufóricos, alegres, e imaginamos nuestra futura gran fortuna, será la parte derecha la que nos está dominando. En el trading nos llevará a caer en el exceso de confianza, a no ser minuciosos, a acomodarnos y, en definitiva, a gestionar mal nuestras operaciones y nuestros riesgos. Cuando no nos sentimos preocupados por nada, será la parte central la que nos domina, pero en el trading corremos el riesgo de actuar de un modo temerario. Ahora bien, si operamos sin utilizar el hemisferio izquierdo perderemos el factor experiencia, si operamos sin la parte central perderemos el coraje y si operamos sin el lado derecho perderemos nuestro “genio”. Solamente cuando operamos utilizando de un modo armónico las tres partes del cerebro lograremos lo que Williams denomina “Profitunity”.

 

En el libro de Bill Williams “Trading Chaos”, se nos presentan cinco diferentes etapas (cada una con herramientas y objetivos propios) en las que mejorar como trader. Dichas etapas son: novato, novato avanzado, competente, “proficiente” y experto. Y sus respectivos objetivos son: minimizar las pérdidas, obtener retornos consistentes con un único contrato, maximizar los beneficios, operar con nuestras propias creencias y mejorar cada estado de nuestra mente. Si todavía estás interesado en llegar a ser un buen trader, no dudes en leer este libro.

(Continuará…)
 

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