Cuidado con los Ejemplos Engañosos

¿Cuántas veces hemos visto, en un seminario, a un ponente hablar de una técnica usando solo unos cuantos ejemplos? ¿Podemos fiarnos de un sistema sin ver más datos? En este artículo Jack Schwager nos abre los ojos ante un peligro real.

Ha invertido 895 dólares para asistir al décimo seminario, en lo que va de año, de trading con futuros financieros titulado «El secreto de los millonarios». A ese precio, piensa que los ponentes enseñarán información muy valiosa.

El actual ponente está explicando un sistema de trading con futuros llamado “Super-Razzle-Dazzle”(SRD). La diapositiva en la gran pantalla muestra un gráfico de precios con los símbolos «B» y «S» que representan puntos de compra y venta. La diapositiva es impresionante: todas las compras parecen hacerse siempre en puntos más bajos que las ventas. 

Esto resalta aún más en la siguiente diapositiva, que revela el flujo de acciones que se habría realizado al operar con este sistema: una tendencia alcista casi perfecta. No solo eso, sino que el sistema también es muy fácil de operar.

Como dice el ponente, «todo lo que necesita son 10 minutos al día y unos simples conocimientos de aritmética».

Nunca se dio cuenta de que ganar dinero haciendo trading con futuros podría ser tan sencillo. En ese momento Vd. se arrepiente por no haber asistido a todos los seminarios que se han realizado durante el año.

Una vez que llegue a casa, selecciona 10 mercados y comienza a operar con el sistema SRD. Cada día mira la curva de su cuenta. A medida que pasan los meses, nota un desarrollo extraño. Aunque la curva de su cuenta exhibe una tendencia muy constante, tal como se mostró en el ejemplo del seminario, hay una pequeña diferencia: la tendencia en la curva de su cuenta es a la baja. ¿Qué salió mal?

El hecho es que puede encontrar una muy buena imagen para casi cualquier sistema de trading. El error está en extrapolar el desempeño futuro probable sobre la base de un ejemplo aislado y bien elegido del pasado.

Un ejemplo de la vida real puede ayudar a ilustrar este punto. En 1983, cuando había trabajado con sistemas de trading solo durante un par de años, leí un artículo en una revista de trading que presentaba el siguiente sistema de trading muy simple:

  1. Si la media móvil de seis días es más alta que el valor correspondiente del día anterior, entre en largo.
  2. Si la media móvil de seis días es menor que el valor correspondiente del día anterior, venda y entre en corto.

El artículo utilizó el franco suizo en 1980 como ejemplo. Sin entrar en detalles, baste decir que ejecutar este sistema al franco suizo en 1980 habría resultado en unas ganancias de 17.235 dólares por contrato, después de haber descontado las comisiones. Incluso teniendo en cuenta una asignación de fondos conservadora de 6.000 dólares por contrato, ¡esto implicaba haber obtenido una ganancia anual del 287 por ciento! Nada mal para un sistema que se puede resumir en dos frases. Es fácil ver cómo los operadores, si se les presenta este ejemplo, podrían abandonar ansiosamente sus otros enfoques de trading por esta aparente máquina de hacer dinero.

No podía creer que un sistema tan simple pudiera funcionar tan bien. Así que decidí probar el sistema durante un período más amplio, desde 1976 hasta mediados de 1983, y en un amplio grupo de mercados. La fecha de inicio se eligió para evitar la distorsión de las tendencias extremas observadas por muchos mercados de materias primas entre 1973 y 1975. La fecha de finalización simplemente reflejaba la fecha en la que probé este sistema en particular.

Comenzando con el franco suizo, encontré que la ganancia total durante este período fue de 20.473 dólares. En otras palabras, excluyendo 1980, el sistema ganó solo 3.238 dólares durante los 6 años restantes. Por lo tanto, suponiendo que asignara 6.00 dólares para operar con este enfoque, el rendimiento porcentual anual promedio para esos años fue de un escaso 8 por ciento. Bastante menos que el 287 por ciento de 1980.

Pero, espere: esto se puede poner peor. Mucho peor.

Cuando apliqué el sistema a un grupo de 25 mercados, desde 1976 hasta mediados de 1983, el sistema perdió dinero en 19 de los 25 mercados. En 13 de los mercados, más de la mitad del total, la pérdida excedió los 22.500 dólares, o 3.000 dólares por año y contrato. En cinco mercados, la pérdida excedió los 45.000 dólares, equivalente a 6.000 por año y contrato. Además, debe tenerse en cuenta que, incluso en los mercados donde el sistema era rentable, su comportamiento estuvo muy por debajo de las ganancias exhibidas para estos mercados durante el mismo período por la mayoría de los otros sistemas de seguimiento de tendencias.

No había ninguna duda al respecto. Este era realmente un mal sistema. Sin embargo, si miras solo el ejemplo bien elegido, podrías pensar que te has topado con el sistema de trading que usó Jesse Livermore en sus años buenos. Esto nos muestra un ejemplo claro de la diferencia entre la percepción y la realidad.

Este sistema fue testigo de pérdidas tan grandes que es posible que se pregunte si es posible ganar dinero con él operando el sistema justo al revés, es decir, ejecutando las señales contrarias. La contestación a esta pregunta es que también perdería dinero. ¿Por qué? La razón es que la mayoría de las pérdidas se deben a que el sistema es tan sensible que genera grandes costes por su operativa (los costes de la operativa incluyen las comisiones más el deslizamiento, es decir, la diferencia entre la oferta y la demanda). Esta sensibilidad del sistema en ocasiones resulta beneficiosa, como fue el caso del franco suizo en 1980. Sin embargo, a fin de cuentas, es la principal debilidad del sistema.

Las pérdidas debidas a los costes de transacción no se materializarían como ganancias al caer el sistema. Además, hacer lo opuesto a todas las señales generaría costes de transacción equivalentes. Por lo tanto, una vez que se incorporan los costes de transacción, se evapora el atractivo aparente de un enfoque contrarian al uso del sistema.

Esto sucedió hace muchos años. Algunos lectores podrían preguntarse con razón si el sistema ha sido una estrategia viable en años más recientes. Para responder a esta pregunta, probamos el mismo sistema en una cartera de 31 contratos de futuros de EE. UU. durante los 10 años anteriores al 30 de noviembre de 2015 y obtuvimos resultados similares: solo 12 de los 31 mercados generaron ganancias brutas, es decir, ganancias antes de contabilizar las comisiones o el deslizamiento. Añadiendo una comisión de 25 dólares más un deslizamiento medio redujo el número de mercados rentables a 9.

Las pérdidas totales de los mercados no rentables superaron las ganancias de los mercados ganadores en un factor de más de 4 a 1, con una pérdida acumulada total de -940.612 dólares durante el período completo de 10 años (asumiendo un tamaño de operación de un contrato por mercado).

La moraleja es simple: no saque conclusiones sobre un sistema (o indicador) basándose en ejemplos aislados. La única forma de determinar si un sistema tiene algún valor es probándolo (sin el beneficio de la retrospectiva) durante un período de tiempo prolongado para una amplia gama de mercados.

 

Artículo publicado en el número 45 de la revista Hispatrading. Regístrate en www.hispatrading.com de manera completamente gratuita para acceder a más artículos como este.

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