Cuando era un adolescente, a Charlie le molaban mucho los juegos de rol online. Le flipaba meterse en un mundo virtual, hacer colegas de todo el globo y, en lugar de centrarse en matar jefes o cumplir misiones, disfrutaba con el rollo económico: farmeaba ítems y después los vendía por eBay.
Pasaba las noches consiguiendo objetos, tomando notas que le ayudaban a ver tendencias: cuándo abundaba tal objeto, compraba barato, y cuando escaseaba, vendía caro. Así multiplicó por tres sus ahorros de estudiante. Desde entonces, Charlie supo que lo que de verdad le gustaba no era seguir la carrera tradicional —quería estar en el mercado, comprando bajo, vendiendo alto.
Más adelante, en la universidad, estudió Económicas en Berkeley y se metió a fondo con un videojuego llamado Dota (un mod de Warcraft III). Sus notas no brillaban, pero el destino le llevó a conocer a un amigo de la familia que dobló su cuenta con opciones sobre ETFs apalancados. Charlie abrió su cuenta de trading, probó un par de estrategias y ya no tuvo dudas: “Esto es lo mío”.
Cuando salió al mercado de trabajo apuntó a los peces gordos: Susquehanna, Optiver, Jane Street… pero ninguna le respondió. Al final, solo le aceptó una firma modesta llamada CBS Securities, y encima le cobraron 6.000 $ por inscribirse como trader. A sus padres les vendió la moto de “¡trabajo en Wall Street!”, porque la otra opción era irse a Jackson, Mississippi, a ganar 40.000 $ en la banca comercial.
El Trader Novato
Primavera de 2011: Paul se cruza con Charlie. Al poco, descubren que van a la misma academia de CBS Securities y se hacen amigos.
Tres meses después, Charlie es trader registrado en la CBOE, trabajando en el parquet neoyorquino. El primer mes es pura formación: aprender cultura de firma, trading responsable y buscar buenas operaciones. Víctor, el socio principal, fija la meta de ser trader rentable en tres años, pero Charlie quiere ganar pasta ya.
Lo primero que ves en Charlie es la velocidad de reacción: años de videojuegos le enseñaron a apretar botones al milisegundo. En el training aprenden una sencilla estrategia de scalping denominada Mush: detectas una gran orden a un nivel redondo (por ejemplo, 5,00 $), esperas a que la vayan atacando y capturas las últimas acciones que queden para capturar unos céntimos al pasar al siguiente nivel.
Riesgo muy bajo, pero cuestión de timing: si entras muy pronto te quedas pillado, si entras muy tarde pagas slippage. En 2011, este tipo de trading no buscaba solo ganar dinero, sino que permitía entender el flujo de órdenes y reaccionar a él. A Charlie le encantaba hacer Mush: 5 céntimos en 5 segundos. Todo el día repasaba cien símbolos en el Level II buscando Mush trades.
En los mercados cada trader tiene su rollo: unos adoran analizar datos, otros el research fundamental, otros los gráficos. Por ejemplo, uno de los jefes de CBS Securities se levanta a las 6:30 h. y analiza cientos de gráficos. Charlie, en cambio, disfruta apretando el gatillo: trading nonstop de apertura a cierre, moviendo millones de acciones al mes. Si está 100$ en rojo, se pone a rascar 20–30$ hasta volver a cero y luego ponerse en verde.
Como en un juego de rol online, invirtió todos sus puntos de habilidad en el scalping, volviéndose un especialista en movimientos ultrarrápidos.
El Trader Marginal
Escenario típico: una acción rompe un nivel clave y entramos. Sabemos dónde poner el stop, pero… ¿hasta dónde irá? ¿Lograremos aguantar?
Charlie: “Esta acción toca un nuevo máximo hoy. ¡He comprado más!”
En ese momento Charlie realiza un mush con 2.000 acciones en la rotura de un nivel clave. Unos minutos después el precio retrocede al punto de entrada.
Charlie: “He vendido todo en esta subida»
Paul: “¿Ya has salido? ¿Y el nuevo máximo que iba a hacer?”
Charlie: “El mercado se hamovido 10 céntimos, hay que vender rápido. Luego la recompro al mismo precio.”
Paul: “Pero es un peor trade ahora. El precio te está mostrando que no puede salir del rango”
Charlie: “Sí, pero no antes sacar 10 céntimos más.”
En 2012, todo el mundo se preguntaba: ¿siguen ganando dinero los scalpers contra los HFT? Tras la transición a decimal en 2001, SuperMontage en 2002, la hibridación del NYSE en 2006, el mercado ya no daba tregua. En 2011, el HFT había exprimido la eficiencia en microtimeframes, matando jugadas históricas de los scalpers. Invertir todos los skill points en scalping quizá no era la mejor estrategia.
CBS Securities impuso entonces una nueva estrategia denominada Trades2Hold, que buscaba swings intradía de varios puntos en lugar de céntimos. Pero Charlie ya estaba habituado a hacer scalping: llevaba años rascando 5-10 céntimos y eso era todo lo que intentaba. Se perdía los grandes breakouts, le parecían demasiado volátiles y con spreads amplios. Y cuando pillaba uno con momentum, vendía rápido por hábito.
Charlie tenía claro quién era. Mientras otros intentaban adaptarse a Trades2Hold, él seguía con su scalping. Le apodaron el «tiquismiquis», ¿pero qué importaba? Su regla era salir siempre en verde cada día. Y vaya si lo cumplió: 30 días seguidos de ganancias de abril a mayo de 2012. Tras comisiones y fees, sumó unos pocos miles de dólares, pero nunca perdió.
El jefe de CBS Securities le alababa, ascendiéndole a Junior Trader con mejor profit split… pero sus ingresos seguían por debajo de esos 40.000$ de la banca en Mississippi. Le faltaba “ese algo” para pasar de trader marginal a trader con ganancias de seis cifras.
Un Trader en Desarrollo
Marzo de 2013, justo antes de la fusión de CBS Securities con Occidental Group. Las cosas iban regular: ni 10.000$ netos el año pasado, a pesar de mover millones de acciones y pegarse jornadas de 8 horas. El alquiler en Nueva York se comía sus ahorros y la ilusión de ser “Wall Street Trader” se diluía.
Paul: “Así no llegamos a nada. Entre fees, split y datos, estamos perdiendo. Se nos acaba la pasta.”
Charlie: “Ganaríamos más en McDonald’s. Es patético.”
Casi todos los de su promoción se fueron: nadie ganaba pasta de verdad. Hacer Trades2Hold no cuajaba: nadie sacaba ganancias más allá de un sueldo base. ¿Habían caído en la picaresca de una firma que vive de enseñar trading por redes sociales?
Charlie estaba en una encrucijada: ¿debía rendirse o jugársela?
Paul: “O subimos el tamaño a tope y palmamos, o petamos la banca. Después me buscará un trabajo de verdad en California o me iré a la facultad de Derecho.”
Charlie: “Exacto. O saltamos la banca o nos volvemos a casa. Siempre tengo la oferta de Mississippi…”
A veces el humor ayuda. Pero detrás del cachondeo, Charlie era bastante testarudo. Tras un día jodido donde devolvió su mejor PnL, escribió a su jefe un mail reflexivo:
“El 90% de las personas vive en la Zona de Confort: mediocres, asustados, preguntándose ‘¿y si no puedo?’. Yo me identifico: a veces dudo, a veces tengo miedo.
Pero me quedo en el juego, lucho contra mí mismo. ¿Cómo salgo de ese 90% y me uno al 10% que sueña, que es valiente, que piensa ‘¡puedo!’? Yo no estoy ahí aún, pero he crecido: ahora me arriesgo más, salgo de mi zona, sueño a lo grande. Cada día aprendo algo.”
Tras la fusión de las dos casas de valores, el objetivo principal de Charlie fue subir su tolerancia al riesgo, pero sin lanzarse a hacer “YOLO bets”. En particular, se acostumbró a hacer dos cosas fundamentales:
- Llevar un diario detallado de cada trade, para identificar qué factores estaban detrás de sus mejores trades.
- Calificar sus operaciones (A, B, C) a partir del análisis anterior y ajustar tamaño, asignando más volumen a las operaciones que podían calificarse con una A, y menos a las que tenían una C.
Su playbook seguía centrado en roturas de rangos con stops ceñidos. Pero afinó los criterios: nada de acciones ilíquidas. Debía buscar acciones que se moviesen, añadir a posiciones ganadoras y aguantar un poco más.
Estos simples cambios dieron sus frutos en mayo de 2013: récord mensual de 8.133$ —el mejor PnL de todos los Junior Traders, confirmando que las seis cifras eran cuestión de tiempo.
Su segundo objetivo era expandir su playbook, copiando a otros traders ganadores a través del blotter, esto es, el registro de operaciones de Occidental Group.
¿Jimmy encontró rotura de rango? Charlie estaba también dentro. ¿Eagle está vendiendo AAPL? Dentro también. ¿Riggs está aprovechando el rebalanceo del Russell? Dentro. ¿El Sr. West dobla la apuesta en una acción que cae en picado, soportando mucho dolor? Bueno, puede que en ese caso no se lance de cabeza, pero mantiene un ojo avizor sobre la acción, a la espera de un posible setup para comprarla con seguridad.
Pero lo más común era copiar al trader de al lado (Paul, claro). Cuando Paul metió un trade en Fannie Mae y clavó un día bestial, Charlie supo que quería acceso al OTCBB: en agosto empezó a tradear OTC, sin HFTs de por medio, un paraíso del scalping. Cada día hablaban de la mecánica de las penny stocks: flujo, spreads, ECNs vs market makers, scanners… Centrado sobre todo en tape-reading de valores OTC volátiles, donde podía rascar subidas del 40–100% intradía.
Tras un par de meses de rodaje, en octubre tradea FNMA y AAMRQ y firma un récord personal: 42.844$, entrando en el top 10 de Occidental Group por primera vez. Cierra 2013 con otros meses de cinco cifras, sumando 118.415$, segundo trader por ganancia de toda la firma.
Alcanzando el Éxito
En 2014 llegaron las “Pot Stocks” (ya sabéis, las empresas relacionadas con el cannabis) y la locura OTC alcanzó máximos en la sala. Penny stocks de céntimos pasando a valer unos pocos dólares, volumen desbocado y spreads ajustados: el sueño de cualquier scalper OTC.
Charlie aporreaba el teclado todo el día, moviendo millones de acciones al mes. Tanto que, en febrero de 2014, los market makers amenazaron con desactivar el enrutamiento OTC de la firma: su order flow era “tóxico”. Ese mes logró 81.811$, su nuevo récord.
De ganar 1.000$ al mes a 81.811$ en 12 meses: ¡sin duda era una época de bonanza! Se convirtió en un trader consistente.
FNMA volvía a despuntar en marzo de 2014, de 1$ a 6$ con el aval de hedge funds como Pershing Square. Charlie se preparó para un trade épico. El 11 de marzo, ve cómo el bid está en 4,50$ e intenta cargarse de acciones sin parar… pero algo falla: el bid baja de golpe e intenta salirse, pero no puede. La acción empieza a caer a plomo, y los scalpers están atrapados, tratando de salir todos al mismo tiempo.

Charlie no puede cerrar la posición y sufre grandes pérdidas. En ese momento decide hacer algo que nunca había hecho antes: aguantar y aumentar una posición perdedora. Pero la acción sigue cayendo agravando más su dolor. Su pérdida no realizada alcanza los 50.000$, una cifra impensable para el ganador más constante de la empresa. Finalmente, en torno a los 3,20 dólares, el precio logra estabilizarse. Compra lo último que puede, la acción por fin cambia de tendencia y aprovecha el rebote para alcanzar el nivel de breakeven, evitando el desastre.
“Menudo susto, casi me da un infarto y no podía salir…” comenta Charlie con sus colegas. Sin embargo, el jefe llama a Paul al despacho. Charlie intuye que ha tenido una fuerte pérdida en FNMA aunque no sabe cuánto.
Al día siguiente, Charlie es el único que queda ya de la promoción de 2011. Con nervios pero con convicción, le manda un mensaje a Paul:
“Hey Paul, ¿qué tickers estás mirando hoy?”
Y así, entre sustos de 50.000$ y alegrías de seis cifras, arranca la siguiente fase de la historia de Charlie…
Continuará…
Saludos,
X-Trader