El Indicador Chartmill Bull/Bear – Parte 1
La divergencia ya no es un nuevo punto de enfoque del análisis técnico, ni mucho menos. El comportamiento discrepante entre diferentes aspectos, indicadores por decirlo así, puede señalar el camino hacia cambios inminentes en la tendencia. Como siempre en el análisis técnico, el mayor problema es la cuantificación de conceptos como este. Todo se trata de medir las probabilidades en vez de pronosticar un futuro determinado. La mayoría de intentos quedaría atascada en una aproximación mediante algoritmos, intentando captar algunos set-ups gráficos con resultados mediocres, en el mejor de los casos. Esta serie de artículos proporcionará un marco estadístico del cual se derivará un indicador particular.
Al margen del uso de derivados la única manera de hacer dinero en los mercados es con la diferencia entre el precio al que abrimos una posición y el precio al que la cerramos. El acto de comprar no es necesariamente el primer paso, ya que el acto de vender es lo que ocurre primero yendo a corto. Poder pronosticar los movimientos de los precios es el objeto de los sueños audaces de cualquier analista técnico. Pero como esto es imposible, lo siguiente mejor es encontrar set-ups con altas probabilidades y manejarlos con un tamaño adecuado de las posiciones y la aptitud correcta en la gestión del riesgo. Una de las posibles maneras de encontrar set-ups con altas probabilidades siempre ha sido la búsqueda por lo que se domina divergencias.
Expansión y Contracción
Antes de echar un vistazo a las divergencias tenemos que entender que estas están estrechamente vinculadas con la contracción y la expansión de los precios del mercado. ¿Alguna vez has notado que un rango de precios se contrae primero antes de expandirse? Cualquier analista técnico, aunque solamente lleve pocos meses en la profesión, probablemente lo hizo. Es lo que llamamos el efecto tsunami, refiriéndonos a la manera como el mar retrocede antes de que todo el infierno se desate mediante maremotos devastadores. De la misma manera, la volatilidad y el rango diario disminuyen antes de que una acción empiece a correr, absorbiendo toda la liquidez del mercado de este modo. Sin embargo, tsunamis son mucho menos comunes que una expansión de precio y las tendencias posteriores. ¿Cómo, entonces, podremos detectar un tsunami antes que nos inunde?
Por lo tanto, cualquier indicador de divergencia tendrá que supervisar la contracción como un precursor de la expansión. Porque es la contracción previa a la expansión que nos llevará a detectar el futuro movimiento del precio.
Una mirada divergente a la divergencia
Básicamente hay dos posibles maneras de buscar la divergencia. Primero, mediante el gráfico donde un analista busca el precio, el volumen o cualquier indicador dibujando nuevos mínimos o máximos en su turno más altos o más bajos, mientras otro indicador, el volumen o el precio, hagan exactamente lo contrario. Para poner un ejemplo muy sencillo, se trata de una divergencia negativa cuando el precio alcanza nuevos máximos mientras que el volumen está descendiendo. Del mismo modo es una divergencia positiva y una señal alcista, cuando el precio anula un mínimo anterior mientras que un oscilador muestra un fondo más alto. La segunda manera de detectar una divergencia es mediante el uso de un indicador de diferencial, habitualmente un oscilador, que promete medir la divergencia por si mismo comparando a dos series temporales de datos. La diferencia aumentará en caso de una divergencia negativa y disminuirá en caso de una divergencia positiva. A esta divergencia posteriormente se aplican todo tipo de trucos, por ejemplo reflejándolo alrededor del eje vertical para mostrar un aumento en caso de una divergencia positiva o una disminución en caso de una divergencia negativa.
Obviamente, se producen varios errores si meramente enfocamos la diferencia entre dos series temporales. En primer lugar, ambos pueden seguir ascendiendo, pero uno de ellos podría ascender más rápido. Con lo cual, la diferencia entre ambos también se incrementaría. En segundo lugar, señala que la divergencia y la correlación en total son dos cosas muy diferentes. Midiendo uno bien no implica necesariamente que el otro se haya medido de manera correcta. En tercer lugar, no obstante una cuestión menor, hay algo raro en cómo llamar una divergencia positiva o negativa: Implica una dimensión direccional que no tiene porque existir. ¿Por qué una divergencia debería ser buena o mala? Por supuesto lo será desde el punto de vista de la posición que alguien tenga. Pero ningún indicador puede tener en cuenta la posición individual de alguien. Podríamos tener un indicador para señales alcistas, y entonces deberíamos tener uno para señales bajistas. Esto significa que deberíamos tener un par de indicadores, no solamente uno.
La Divergencia Intrínseca
El cuarto problema, y tal vez el más grande, respecto a la “solución clásica”, es que está enfocada a medir las divergencias “extrínsecas”. Con divergencias extrínsecas intentamos reflejar el hecho que la divergencia se produce en realidad entre dos series temporales, que posiblemente son totalmente diferentes. Resumiendo, aunque sean muy populares, las divergencias extrínsecas muestran una fiabilidad escasa.
Es posible, que esto se deba más a la manera de como cuantificar las divergencias que a su propia naturaleza estando entre dos líneas temporales. Además, estamos buscando las divergencias suponiendo que ya están en curso en el instante que comenzamos a verlas. Es probablemente una razón por la cual las divergencias extrínsecas son tan populares.
En comparación con las divergencias extrínsecas, pocas investigaciones se hicieron sobre las divergencias intrínsecas. Una divergencia intrínseca apunta a la divergencia de las series temporales consigo misma, viéndola desde la dimensión temporal. En esta parte del artículo nos fijamos en la divergencia intrínseca temporal.
Para empeorar las cosas, nos encontramos con el eterno problema de los indicadores que necesitan parámetros para poder integrarlos y usarlos dentro del sistema. Por lo cual, necesitamos indicadores flexibles, sin parámetros y, por consiguiente, totalmente objetivos. Los indicadores “Chartmill Bull/Bear “ se enfrentan a los problemas mencionados arriba.
El Alcista
Para encontrar un comportamiento discrepante en el periodo intradía hay que definir primero el comportamiento normal y saber como cuantificarlo. La contracción proviene de una falta de interés (poco volumen) y de la disminución del rango diario (volatilidad) que suele estar acompañada por un volumen bajo. La expansión se caracteriza mediante un incremento del volumen y un aumento del rango diario debido a la falta de liquidez. Cuando ocurre, el consenso sobre el valor futuro se desvía bastante de la cotización actual, resultando en la evolución de una nueva tendencia o de un rebote en una consolidación. Hay que tener en cuenta que la volatilidad puede aumentar o descender cuando los precios se estén moviendo en una tendencia – que es exactamente uno de los problemas mencionados arriba al que nos enfrentamos en la mayoría de enfoques para detectar divergencias.
Futura Expansión y Auténtica Divergencia
No nos interesa ver la divergencia en su consecuencia, la expansión. Lo que realmente queremos, es detectar las divergencias antes que se materialicen mediante un movimiento de precio. En el trading se trata de capturar una oportunidad pasajera, llena de posibilidades, a tiempo y antes de que se presente de manera evidente para todo el mundo. Entonces la oportunidad desaparecerá. A tal fin buscamos una acumulación de divergencias intradía. ¿Qué es un comportamiento “normal”?
Durante los días con tendencias claras, cuando haya mucha convicción hacia un lado, existe una correlación fuerte con el impulso de expandir y el cierre del periodo dentro del rango. Esta idea no es nueva. Osciladores como el Stochastics y otros indicadores como la ADL (Accumulation/Distribution Line), así como varios autores, todos utilizan algún principio para medir donde el cierre del periodo está situado dentro del rango. Es lo que llamamos el “Relative Close Location Value” (RCL), es decir el valor de la “posición relativa de cierre”. El valor RCL será 1 en caso que el periodo cierre en su nivel máximo y 0 en caso que el periodo cierre en su nivel mínimo.
Además, definiremos el “Expansive Urge” (EU), el impulso expansivo. Este será el índice clave para un periodo y observará qué fracción del rango auténtico del periodo realmente haya cerrado entre apertura y cierre. Veamos de nuevo los valores extremos para entender esta cifra. Si el periodo de una acción abre por el auténtico nivel mínimo (true low) y cierra por el auténtico nivel máximo (true high), el EU será 1. Si el periodo abre por el auténtico nivel máximo y cierra por el auténtico nivel mínimo, el EU del periodo será -1.
Echamos un vistazo al gráfico 1 (G1) con el eje de abscisa y el eje de coordenada y un grupo de acciones seleccionadas de manera aleatoria. En el eje de abscisa utilizamos el retorno de cada periodo en el cierre en comparación con el periodo anterior. En el eje de coordinadas ponemos el correspondiente valor EU. Cada punto del diagrama representa un determinado periodo con su rendimiento diario y su impulso de expansión. Solamente ocultamos las acciones incluidas con un rendimiento mayor del cinco por ciento o menor del -5 por ciento para estos periodos. De esta manera limpiamos el diagrama en el eje vertical (-5%, +5%). Lo curioso es que todos los puntos entre -0.30% y +0.30% también parecen haber desaparecidos en el eje horizontal. Es porque en días de tendencias fuertes el cierre del periodo está cerca del máximo y, por lo cual, aparece en el mismo lado con la dirección del movimiento.
Por ejemplo, en cualquier día con una subida por encima del 5%, el cierre suele estar por el auténtico máximo del periodo. Por lo tanto, ¿es posible que el EU sea un indicador de días de tendencia, junto a los rendimientos elevados y correlacionado con el valor RCL?
El gráfico 2 (G2) muestra que es así. En el diagrama se dispersan los mismos periodos mediante su valor EU en el eje horizontal y el valor RCL en el eje vertical. Una vez más, solamente las esquinas de izquierda abajo y de derecha arriba están ocupadas con puntos. El RCL tiende hacia 1 y el RCI también se mueve hacia 1 o el RCL se mueve hacia 0 cuando el EU está cerca de -1. Generalmente significa que los días con tendencias fuertes (días expansivos) suelen cerrar el periodo en el extremo, en aquel lado que coincide con la dirección de la tendencia.
Panorama
En el próximo artículo de la serie trataremos una ventana móvil, buscaremos días expansivos y contaremos los días que “no son normales” o divergen de lo que normalmente podríamos esperar, para llegar a una divergencia realmente intrínseca. ¡Mantente conectado!
Referencias: High Probability Trading de Marcel Link y Long/Short Market Dynamics de Clive M. Corcoran
Sobre el Autor
Dirk Vandycke ha estudiado durante 15 años los mercados financieros de manera activa e independiente, centrándose en el análisis técnico, las dinámicas del mercado y finanzas conductuales. Escribe artículos de forma periódica y evoluciona software que está parcialmente disponible en www.chartmill.com, una página Web de la cual es co-propietario. Dirk tiene un master en ingeniería electrónica y en informática y da clases de desarrollo de software en una universidad belga (www.howest.be). Además es un ávido lector de todo lo que llega a sus manos. Podéis contactar con él en el correo [email protected]
Artículo completo escrito por Dirk Vandycke en el número de la revista TRADERS’ de Septiembre (páginas 26-29). Regístrate en www.traders-mag.es de manera completamente gratuita para acceder a su contenido.