Cómo Operar en los Mercados Intradía

Existe mucha gente que piensa que invertir -o «especular», como ellos le llaman- en la Bolsa es un juego del azar. No piensan, más bien están totalmente convencidos de que invertir -perdon, «especular»- en la Bolsa es un «volado». O sea, el inversionista o especulador no tiene nada mejor que hacer con su dinero porque lo puede perder tan fácilmente como lo puede ganar. Sin embargo, esta misma gente no duda dos veces en irse a Las Vegas a probar su «suerte». ¿Irónico, no?

Si lo que esta gente dice y cree fuese verdad, eso significaría que por cada ganador habría aproximadamente un perdedor en la Bolsa. Un «volado» significa eso, ¿no? Tirar una moneda al aire. Las estadísticas sugieren que a la larga caerán aproximadamente la misma cantidad de «aguilas» como «soles».

Por fortuna no es así. Por fortuna en la Bolsa, 9 de cada 10 personas pierde dinero. Y para variar, esta vez no estamos siendo cínicos. Decimos «por fortuna» porque eso signifa que un inversionista astuto puede ganarse lo que los otros nueve pierden. Algo así como ser la banca en Las Vegas.

¿Existe una similitud entre la Bolsa y Las Vegas? Definitivamente. Ambos, como la mayoría piensa, son «juegos del azar». En Las Vegas, la banca sabe que por cada diez jugadores habrá uno al cual la fortuna le sonreirá, al menos por una noche. Pero las probabilidades matemáticas del juego del azar aseguran que nueve de diez jugadores acabarán sin fortuna. Y eso es más que suficiente para pagarle al solitario afortunado. Si la gente supiese algo de probabilidades matemáticas, jamás pisarían un casino. Quizás nomás para que le regalen un trago. Pero para eso, mejor que vayan a Fisher’s y se pongan en la lista de espera (chiste que solamente los chilangos entenderán).

Entonces sí, la mayoría de la gente tiene razón. La Bolsa es un juego del azar en el sentido de que el inversionista astuto actúa como banca y acaba por pagarle a algún afortunado a cambio de quedarse con lo que otros nueve desafortunados pierden. ¿Porqué? Por que el inversionista astuto se ha tomado el trabajo de aprender las probabilidades y dejar que éstas actúen a su favor.

Hágase usted la siguiente pregunta. ¿Es acaso el poker un juego del azar? La respuesta es sí y no.

Veamos primero la segunda respuesta. El poker no es un juego del azar porque entonces no habría gente que se dedica profesionalmente a jugar poker para ganar el dinero de los demás. El poker sí es un juego del azar porque no sabemos que naipes vamos a recibir (aunque aquí también entra en juego las probabilidades).

La diferencia entre el profesional y el jugador corriente es que el profesional sabe cuando apostar y cuando retirarse. Tiene un conocimiento profundo de las probabilidades de que su mano pueda o no ganar. Cuando las probabilidades le favorecen apuesta, y cuando las probabilidades están en contra se retira. El jugador corriente ni sabe que existen probabilidades y generalmente siempre apuesta. Su ego se lo exige. Y eso se llama «clink, caja» para el que deja su ego en casa y mejor trae consigo un apunte sobre probabilidades.

En la Bolsa ocurre algo similar. Hay una multidud guiada por sus egos que quieren ser siempre ganadores. Sus egos no permiten errores. La cosa es ganar y ganar siempre. El ego recrimina la primera pérdida y exige que en la próxima operación no solamente la recupere, pero que tambien acabe en ganancia. Ser un ganador significa ganar en la mayoría de las operaciones, ¿no?

No necesariamente y probablemente imposible. El profesional sabe que operaciones con pérdidas son parte del juego. También sabe que probablemente la gran mayoría de sus operaciones van a resultar en pérdidas y solamente una que otra en ganancia. El ego jamás perdonaría eso. Perder en más operaciones de las que se gana es ser un perdedor. Punto.

Al profesional no le interesa lo que piensa su ego. Por eso es un profesional. No necesita demostrar que se las sabe todas porque él mismo sabe que no es así. Lo único que sabe es que a la larga él quiere ganar dinero…..y si eso implica perder más veces que ganar, pues que así sea.

El profesional sabe que si por cada 10 operaciones que realiza 7, 8 ó 9 van a acabar en pérdida, eso significa que hay que asegurar que esas pérdidas sean pequeñas y dentro de lo que «se paga por ver». Sabe que cuando acierte esas 1, 2 ó 3 «buenas», no solamente se recuperarán las pérdidas anteriores pero además habrá ganancia.

Hablaremos más sobre este tema en comentarios posteriores. Ahora veamos un ejemplo de lo que un profesional hace antes de tomar una decisión. En este caso estaremos estudiando la posibilidad—y las probabilidades—de comprar y vender futuros del Nasdaq intradía.

¿Qué ve usted en la gráfica superior? Muchas rayitas, ¿verdad?

Dicha gráfica muestra la fluctuación del precio del futuro del Nasdaq para entrega en diciembre 2000. Las fluctuaciones empiezan el 1 de septiembre y acaban con el cierre del ppdo. viernes, 20 de octubre. Cada rayita, o barra, verde vertical es la fluctuación que dicho futuro tuvo en el transcurso de una hora. Una jornada bursátil, o sea un día, contiene siete barras, o sea siete horas.

¿Ve usted la ciclicidad de las fluctuaciones? Así es, la fluctuación cíclica entre precios mínimos y precios máximos ha variado entre 22 y 33 barras de 60 minutos, promediando 27 barras en general. Esto significa que hemos descubierto que el Nasdaq tiene fluctuaciones promedio de 4 días (27 / 7 = 3.86).

Esto NO significa que el Nasdaq sube 4 días y luego cae 4 días para luego volver a subir 4 días (Dios, ¡ojalá fuese así de fácil!).

Esto significa que—EN PROMEDIO—después de realizar un importante precio mínimo, el Nasdaq volverá a realizar otro importante precio mínimo después de que ocurran 27 barras. Lo mismo se puede esperar de los importantes precios máximos.

Como podemos ver en la gráfica, el último precio máximo de importancia ocurrió 2 horas antes del cierre y 25 barras después del precio máximo de importancia anterior. Es probable que haya sido el pico del ciclo y el precio ahora revierta a la baja, aunque tampoco podemos descartar que hemos tenido anteriormente ciclos de hasta 33 barras, por lo cual el próximo lunes el Nasdaq podría aún tener 6 horas, o barras, adicionales de alza. Poco probable, sin embargo una posibilidad.

Las probabilidades indican que el pico ya es un hecho o a más tardar ocurrirá dentro de las primeras barras, o horas, del lunes. Conclusión: el lunes, o a más tardar a pocas horas después de la apertura, la tendencia alcista se revertirá a la baja.

¿Hasta cuando? Veamos ahora los ciclos mínimos. Aquí nos encontramos con un pequeño dilema, ya que que el último precio mínimo de importancia pudo haber ocurrido tanto 22 como 28 barras después del precio mínimo de importancia anterior. Eso nos da dos posibilidades: 1. Aproximadamente 7 barras después del cierre del viernes, o sea la última barra del próximo lunes, ó 2. Aproximadamente la sexta barra del próximo martes.

Sea como sea, durante el lunes y quizás hasta el martes, las probabilidades están a favor de un mercado bajista y así es como uno tendría que invertir intradía.

Ahora veamos otra cosa interesante en la gráfica. Las líneas amarillas. Estas muestran la tendencia del precio entre ciclo mínimo a ciclo máximo y de ciclo máximo a ciclo mínimo. Desde el principio de la gráfica hasta la tercera parte, las bajistas son más largas que las alcistas. Esto se debe a que el mercado está en una tendencia bajista de mediano a largo plazo. De repente, en el ciclo que ocurre entre el 9 y el 11 de octubre, ocurre lo inesperado. La línea amarilla por primera vez cruza los precios en vez de ir en la misma dirección. ¿Posible cambio de tendencia?

Efectivamente. Vea como en los siguientes ciclos la línea amarilla alcista es más larga que la bajista. Si usted nos lee con frecuencia, sin duda sabrá que desde principios de este año hemos estado pronosticando una caída hasta entre 1846 y 2000. Aún no descartamos esa posibilidad, especialmente si el precio no logra rebasar 3600, pero hasta que la situación con las líneas amarillas no se revierta tendremos que ser más conservadores.

Bien pues. Ya vimos que el Nasdaq tiende a tener ciclos de 4 días que nos indican en que dirección debemos de invertir intradía. Pero, ¿cómo se invierte intradía? Veamos la siguiente gráfica.

En esta gráfica podemos observar un ciclo mucho más corto y es el cual utilizaremos para tomar decisiones de compra/venta intradía. En dicha gráfica, cada barra representa la fluctuación del precio durante 5 minutos y una jornada entera consiste de 81 barras. El ciclo PROMEDIO es de 22 barras, o sea 110 minutos (casi 2 horas).

Al cierre del viernes ppdo. el mercado había establecido 18 barras desde su último precio máximo de importancia. O sea, las probabilidades indican que cuando el mercado abra el lunes, es factible que el precio suba durante aproximadamente 4 barras más, o sea 20 minutos. Como el mercado abre a las 8:30 horas (de México), esto significa que estaríamos buscando vender en corto en o alrededor de las 8:50 horas.

Al cierre del viernes ppdo. el mercado había establecido también 12 barras desde su último precio mínimo de importancia. O sea, buscaríamos que el mercado establezca otro precio mínimo de importancia aproximadamente después de 10 barras (50 minutos) el lunes. En otras palabras, estaríamos buscando vender en corto en o cerca de las 8:50 horas y mantener dicha posición hasta cerca de las 9:15 horas.

Al concluir ese ciclo, buscaríamos establecer una posición de compra hasta aproximadamente 22 barras desde que culminó el ciclo de precio máximo anterior. Parece complicado, pero realmente no lo es. Solamente se requiere acostumbrar el ojo a identificar los ciclos. Si usted se concentra varios días viendo la gráfica de 5 minutos en busca de ciclos promedios de 22 barras entre precio máximo y precio máximo, y también entre precio mínimo y precio mínimo, poco a poco se irá dando cuenta de lo que estamos hablando.

Nomás hay que tener en mente que los ciclos nunca sugieren objetivos o niveles de precios (para eso hay que utilizar el análisis técnico). Los ciclos sugieren solamente en que dirección debe de ir el precio durante un determinado período de tiempo.

Practique haciendo operaciones imaginarias intradía. No se frustre si la mayoría de sus operaciones acaban con pérdida. Nomás asegurese de nunca perder demasiados puntos en esas operaciones. Tarde o temprano usted acertará correctamente un movimiento cíclico en el cual no solamente recuperará las pérdidas anteriores, pero también logrará una buena utilidad. A la larga, dicha práctica debe de dejar un saldo sumamente favorable.

Esta misma práctica se puede realizar en cualquier otro mercado bursátil. Sólo se requiere identificar los ciclos promedios de mediano, corto y muy corto plazo.

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