Qué Son las Stablecoins

Mucho se está hablando en los últimos meses de las Stablecoins o criptodivisas estables. Para los que no sepáis qué son, qué tipos existen y cuál es su utilidad, en este artículo tenéis todas las claves.

¿Qué Son las Stablecoins?

En líneas generales, podemos definir una Stablecoin como una criptodivisa que está garantizada o respaldada por el valor de un activo subyacente. Así, muchas Stablecoins están vinculadas en una relación de 1:1 con algunas monedas fiat, tales como el Dólar Estadounidense o el Euro, aunque también existen Stablecoins referenciadas a metales preciosos como el oro, o incluso a otras criptodivisas. Esta relación marca una clara diferencia con respecto a otras criptodivisas, ya que es de esperar que si todo va bien su valor apenas fluctúe, todo lo contrario que en el caso de Bitcoin o Ethereum, que desarrollan movimientos normalmente muy volátiles (aunque en los últimos meses esa volatilidad se ha reducido notablemente).

En lo que sí se asemejan las Stablecoins al resto de criptos es en que funcionan sobre la base del blockchain o cadena de bloques a la hora de registrar las transacciones. Asimismo, al igual que otros tokens, su acceso es libre desde cualquier parte del mundo y no están sujetas a una jurisdicción en concreto.

¿Para Qué Sirven las Stablecoins?

Dada la extremada volatilidad de las criptodivisas, su uso como medio de pago válido aún está lejos de ser una realidad por cuanto se hace complejo transferir valor entre las partes de una transacción sin que se produzcan variaciones en el resultado final. Dicho de otro modo: a día de hoy las criptos no son aptas para el comercio.  

Es precisamente en este punto donde las Stablecoins encuentran su razón de existir: por un lado, aprovechan las ventajas de las criptodivisas tales como transparencia, seguridad, rapidez, costes de transacción bajos, etc., sin perder a priori las garantías de confianza y estabilidad típicas del dinero fiat.

Como podemos ver por sus características, las Stablecoins abren la puerta a la realización de transferencias internacionales con mucha rapidez y bajos costes, aunque todavía falta mucho para llegar hasta ese punto. No obstante, las Stablecoins seguramente comiencen a resultar muy atractivas en países como Nigeria o Argentina en los que las tasas anuales de inflación pueden ser superiores al 10% e incluso al 30%: convertir sus fondos a una criptodivisa que mantiene la paridad con el dólar o el euro puede ser una excelente manera de preservar el valor de su patrimonio, protegiéndose de la erosión provocada por la inflación sobre su capital

No obstante, hasta la fecha la principal utilidad actual de las Stablecoins ha sido el almacenamiento de valor temporal en los exchanges cuando los traders quieren reducir su riesgo pero no desean convertir y/o transferir sus saldos a dinero fiat.
De hecho, posiblemente muchos no lo sepan pero las Stablecoins (y más en concreto el Tether o USDT, del que más tarde hablaremos) fueron las que permitieron a los exchanges crecer por cuanto en sus orígenes solo admitían criptodivisas como método de depósito, lo cual en la práctica les evitaba tener que solicitar licencias más restrictivas a los reguladores. Lógicamente, al usar USDT como método de depósito, era factible enviar fondos de manera segura y estable a los exchanges sin la necesidad de depositar mediante transferencias bancarias o tarjeta de crédito.      

Tipos de Stablecoins

En función del activo que actúa como colateral o garantía, podemos distinguir tres tipos de stablecoins:

  • Stablecoins con garantía fiat, respaldadas por depósitos en USD, EUR, etc. Aquí el mayor riesgo viene derivado de confirmar que efectivamente el emisor de la Stablecoin dispone de la cantidad que respalda los tokens emitidos. Para ello se intenta mantener en todo momento una relación de cambio 1:1 entre la stablecoin y la divisa que lo respalda, debiendo existir en la cuenta de la compañía que emite el token una cantidad de dinero igual a la capitalización de mercado de la stablecoin. Dentro de este grupo tenemos a la mayor parte de stablecoins, incluyendo las de mayor capitalización como Tether (USDT), o TrueUSD (TUSD).
  • Stablecoins respaldadas con commodities, en las que las garantías son metales preciosos, generalmente oro (como es el caso de Digix Gold (DGX), aunque también hay casos en los que la garantía puede adoptar la forma de petróleo o incluso inmuebles (como es el caso de SwissRealCoin).  
  • Stablecoins respaldadas por criptodivisas, en las que el riesgo es mucho mayor porque además de disponer de los saldos necesarios, su valor también debe corresponderse con el de los tokens. El máximo exponente de esta categoría es Dai (DAI), creado por la misma empresa que está detrás de Maker.
  • Stablecoins sin colateral, en las que no hay respaldo alguno. En este caso, lo que se hace es mantener su valor de manera artificial mediante algoritmos que controlan la oferta de la stablecoin (es lo que se conoce habitualmente como señoriaje). Es decir, si la demanda de este tipo de stablecoin aumenta, el algoritmo crea nuevas unidades para reducir el precio al nivel deseado y viceversa, controlando así su valor. Dentro de este grupo tenemos a Carbon y la ya extinta Basis.

Principales Stablecoins

Si nos atenemos a su capitalización, las principales stablecoins serían las siguientes:

Tether (USDT): desarrollada por Tether Operations Limited, aún está pendiente que veamos  alguna auditoría externa que confirme que los fondos que la respaldan existen (aparentemente hay un documento en su web que asegura que han sido auditados pero la empresa que la ha realizado – Freeh Sporkin & Sullivan, LLP (FSS)- es una firma de abogados, no de auditoría, por lo que no sería concluyente).  

USD Coin (USDC): la stablecoin desarrollada por Circle y CoinBase. Está completamente auditada, debiendo informar mensualmente de los fondos de que dispone a Grant Thornton.

TrueUSD (TUSD): desarrollada usando la plataforma TrustToken como Smart contract, está completamente auditada y regulada en EEUU.

Paxos Standard (PAX): se trata de la stablecoin de Paxos, la cual ha recibido la aprobación por parte del New York State Department of Financial Services.

Dai (DAI): stablecoin desarrollada por los creadores de Maker. En este caso no existe autoridad centralizada, ajustándose su precio de forma automática mediante smart contracts.  

Gemini Dollar (GUSD): la stablecoin desarrollada por la empresa de los gemelos Winklevoss. Los fondos están depositados en State Street Bank y Trust Company, y son auditados mensualmente por BPM LLP.

bitUSD (BITUSD): mucho más abajo en el ranking por capitalización (actualmente en el puesto 396), nos encontramos a la que posiblemente sea la primera stablecoin en aparecer (existe desde 2014). Desarrollada en la plataforma BitShares, también existe la versión respaldada por el yuan, el bitCNY.

Ventajas y Desventajas de las Stablecoins

Ahora que ya conocemos qué son y cómo funcionan las stablecoins, veamos qué podemos esperar de ellas y qué desventajas y limitaciones presentan.

Si analizamos sus ventajas, tenemos algunas bastante claras: si se produjera una adopción masiva, las stablecoins podrían usarse en el día a día como cualquier otra divisa fiat con la ventaja de llevar nuestro monedero en el móvil. Por supuesto, también permiten realizar transferencias internacionales sin necesidad de realizar conversiones, con bajas comisiones y sin bancos corresponsales. Para remate, es posible asociar smart contracts a una stablecoin por lo que es posible pagar salarios, facturas, etc. de forma automatizada sin necesidad de intermediarios.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: para empezar, es necesario que exista algún tipo de auditoría que confirme que los tokens emitidos están respaldados con la cantidad correspondiente. Por ejemplo, si cogemos el caso de Tether, hasta la fecha nadie ha visto las cuentas bancarias de esta compañía para confirmar que de verdad tiene los más de 2.000 millones de dólares de capitalización que tiene su token (no es moco de pavo, estamos hablando de la séptima criptodivisa por capitalización). Sin lugar a dudas, las stablecoins no serán del todo fiables si las compañías que las emiten no están auditadas regularmente de forma externa.

Y ojo porque la cosa se complica más si consideramos el caso de stablecoins respaldadas por commodities, porque están sujetas a restricciones en los mercados. Pensemos en un caso en el que hubiera una liquidación masiva de una stablecoin respaldada por petróleo, no me quiero ni imaginar la que se podría liar en el mercado del crudo.

Otro problema importante es la capacidad de la empresa emisora para mantener la relación fija de cambio. Porque no debemos olvidar que ha habido varios momentos en la Historia en los que el mercado ha logrado romper relaciones de ese tipo (sin irnos muy lejos en el tiempo, tenemos el caso del 1.2000 en el par EURCHF). Si a un banco central le ha pasado, ¿qué impide que le suceda a un emisor de stablecoins?

Adicionalmente, los más puristas del mundo cripto dirán que las stablecoins son criptodivisas centralizadas ya que son emitidas por una empresa que controla su oferta y se encarga de mantener el tipo de cambio fijo por lo que rompen con el espíritu original del Bitcoin.

Además, ¿qué sucederá cuando las criptodivisas empiecen a reducir su volatilidad y comiencen a ser empleadas en la economía para realizar intercambios? ¿Tendrán cabida en ese caso las stablecoins?

Por último, ¿permitirán los reguladores y los bancos centrales que unas empresas emitan activos que imitan al dinero fiat sin hacer nada? Me temo que no es muy probable, de hecho el caso de Basis es un aviso para navegantes: tras levantar 130 millones de dólares, el proyecto murió a finales de 2018 en el momento en el que el regulador estadounidense aplicó la normativa.

Trading con Stablecoins

Ok, pero centrémonos en las posibilidades de ganar dinero con Stablecoins. Tras conocer sus características, si pensamos como traders seguramente se nos han ocurrido dos cosas:

  • Mantener el tipo fijo 1 a 1 es complicado, así que seguramente haya desviaciones con respecto a ese valor (que podrán aprovecharse en mayor o menor medida en función del spread que haya).
  • Dadas esas ineficiencias seguro que las relaciones de cambio entre las diferentes stablecoins tampoco son perfectas.

Si su intuición les ha hecho pensar como en los párrafos anteriores, ¡¡¡enhorabuena!!! Sin duda tienen mentalidad de trader :D. Observen lo que ha pasado en los últimos meses en el cambio USDT/USD:

 

Como pueden ver, la relación no es perfecta y en ocasiones nos podemos encontrar desfases de entre el 5% y el 15% que pueden ser aprovechados. Evidentemente corremos un alto riesgo aunque no lo parezca a priori: pensemos que si algo que debe valer 1, vale menos, es porque el mercado ha perdido la confianza en esa relación y posiblemente algo raro pasa en esa stablecoin. Afortunadamente muchas de esas desviaciones suelen deberse a noticias de tipo FUD que luego se desmienten. En definitiva, aquí tienen una oportunidad para intentar ganar algo de dinero con un poco de paciencia simplemente poniendo algunas órdenes limitadas de vez en cuando.

Por supuesto, también podemos buscar desviaciones en pares como USDT/TUSD, USDT/USDC y similares. Fíjense en el siguiente gráfico del par USDT/USDC negociado en Poloniex:

 

Aparte del salvaje mechón a la baja que se produjo el 15 de octubre de 2018, podemos observar que hay muchos momentos en el tiempo donde el cambio está por debajo de 1, cuando teóricamente no debería ser así. Por tanto, aprovechen mientras estas oportunidades duren ;). Además muchas de estas stablecoins cotizan ya en los principales exchanges como Binance, Bitfinex, Bittrex, Coinbase o Poloniex.

Conclusión

Las stablecoins plantean un interesante desafío a los reguladores y a los bancos centrales, que ven como unas compañías emiten tokens que copian al dinero y empiezan a ganar cierta importancia. Unas stablecoins que, como podemos ver, podrían resolver algunos problemas en países cuya divisa sufre una fuerte erosión por la inflación y que facilitaría enormemente el envío de remesas por parte de los inmigrantes a su país de origen.

Para que este esquema funcione, es necesario que exista mucha transparencia y que los fondos de las compañías que emiten estas stablecoins sean continuamente auditados, de lo contrario su credibilidad permanecerá en entredicho constantemente, tal y como sucede regularmente con Tether.

Independientemente de todo esto, lo cierto es que es posible encontrar interesantes oportunidades en estos incipientes mercados, donde aún es posible detectar ineficiencias en los precios que les recomiendo que exploren (aunque en ocasiones tendrán que ser pacientes y lidiar con las horquillas).

Saludos,
X-Trader

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