Un Mundo Aleatorio

Los inversores tratamos de predecir el precio futuro de cualquier valor (ya sea acciones, futuros, opciones, etc…) utilizando para ello una combinación de análisis fundamentales, indicadores, reconocimiento de patrones y experiencia, con la esperanza de que la historia reciente del mercado predecirá el probable futuro lo suficiente como para poder realizar un beneficio. El problema de los inversores es que nada de lo que ha ocurrido en el pasado o de lo que se muestra en los gráficos es garantía de que los precios futuros se moverán en la dirección y cantidad necesarias para permitirnos realizar un beneficio. La rentabilidad de cada negocio tiene cierto nivel de aleatoriedad e incertidumbre. Esto es una realidad que muchos no estamos preparados para soportar. El ser humano en general no sabe que esperar de los procesos aleatorios y no nacemos preparados para manejar la psicología del trading.

El mundo real, un sitio sorprendente

Casualmente, hacer trading parece bastante sencillo. Mi padre, que es muy sabio en otras materias pero que en temas bursátiles no tiene demasiada idea me preguntaba hace años, mientras observaba un gráfico de precios, «¿pero por qué dices que es tan difícil hacer trading? Simplemente tienes que comprar aquí (señalando a los mínimos) y vender aquí (señalando a los máximos)». Hacer trading es tremendamente obvio y sencillo mirando a gráficos históricos. Es fácil identificar una tendencia, los máximos, los mínimos. Pero cuando estamos en tiempo real, viendo la parte derecha de nuestra pantalla, como se mueve la barrita tick arriba o tick abajo, la cosa se torna algo más complicada.El trading consiste en observar lo que ocurrió en el pasado con la intención de predecir lo que ocurrirá en el futuro. Sin embargo, el futuro nunca será conocido con precisión de antemano. Una noticia de la inflación americana mejor de lo esperada, o simplemente otro trader con una opinión diferente; informaciones diferentes y más o menos capital puede hacer que nuestro próximo negocio tome un cambio inesperado.

En definitiva, el trading consiste en manejar resultados aleatorios. Lo que un buen trader hace es poner esos resultados aleatorios a su favor. El trading es un ejercicio de probabilidad. Los traders hablan acerca de «tener ventaja» en un negocio, lo que simplemente significa tener una probabilidad mayor de un resultado que de otro. Para tener éxito necesitamos tener la probabilidad de nuestro lado. Necesitamos tener una ventaja.

Como traders utilizamos ciertos patrones para predecir el futuro. Y esta predicción no es en el sentido de «certeza», sino en el sentido de que sepamos la dirección futura más probable del mercado en el que estamos negociando. No hay una certeza sobre la dirección o la magnitud del movimiento. Sin embargo, nosotros podemos saber que en el pasado, cuando los patrones gráficos o los indicadores han estado como están en este momento, ocurrió tal cosa. Por ejemplo, cuando el RSI de 14 periodos en gráfico diario estaba entre 0 y 5 durante 3 días, al 4º día siempre subió un 2% como mínimo. Si en estos momentos estamos en el tercer día de un RSI(14)<5, ¿quiere eso decir que seguro que mañana subimos un 2% como mínimo? NO. El futuro es incertidumbre. Simplemente estamos poniendo las probabilidades de éxito a nuestro favor, pero no tenemos garantía alguna de que el mercado vaya a subir mañana. Pueden ocurrir multitud de cosas que afecten al precio y que hagan que no se comporte como nosotros esperábamos, pero como traders hemos de intentar poner la probabilidad de éxito a nuestro favor.

Probabilidad y Gestión del Dinero

Muchos artículos de trading, libros, etc… tratan sobre todo de las entradas al mercado (utilizamos el cruce de dos medias móviles para comprar o vender; cuando hay sobrecompra por un indicador vendo si se lleva el mínimo de la barra anterior; etc…). Las salidas son el siguiente tema en popularidad (salida por objetivos, por stop de pérdidas, trailing stops, etc…). Por el contrario, los términos olvidados por casi todo el mundo son la probabilidad y la gestión del dinero (o money management).

La probabilidad es un tema complejo para mucha gente, y la gestión del dinero nunca ha conseguido los niveles de discusión que se merece. Incluso es complicado ver que dos autores se pongan de acuerdo en una definición sobre «gestión del dinero». Muchos artículos al respecto simplemente enumeran de forma genérica las distintas estrategias de money management existentes. Algunas de estas estrategias son: riesgo constante, riesgo fijo fraccionado, optimal f, etc… Muchas de estas estrategias son complicadas fórmulas y solamente nos dicen de que manera maximizar los beneficios por ejemplo, con una adecuada gestión del número de contratos con los que operar. Pero casi todas ellas olvidan decirnos lo arriesgada que la estrategia puede llegar a ser, los desesperantes drawdowns que podemos encontrarnos, etc.

La esperanza de un negocio

La esperanza se recomienda en muchos libros como un predictor de la rentabilidad de una estrategia. La esperanza es el beneficio esperado de nuestro próximo negocio. Se aplica a un único negocio (es importante tener esto en cuenta, como ya veremos en futuros artículos). Si lo que queremos es saber la esperanza de una serie de negocios, esta dependerá de la estrategia de riesgo que se esté utilizando. Si se utiliza una de riesgo fijo conseguir la esperanza de la serie es muy sencillo. Pero la cosa se complica cuando comenzamos a utilizar estrategias de riesgo más complejas.

La esperanza se suele considerar como una estadística importante en un método de trading. Un sistema con una esperanza alta parece a priori que debería de conseguir mejores resultados que otro sistema con menor esperanza. No obstante, esto no es siempre cierto. Todos los cálculos de la esperanza tienen problemas, porque se centran en predecir el beneficio medio esperado. Pero no dicen nada acerca de otras estadísticas tan importantes como el drawdown, ni del rango de resultados posible, etc… Las simulaciones de Monte Carlo, que serán tratadas con más detalle en futuros artículos, muestran las distribuciones probables, tanto del beneficio como del drawdown, dada una serie de negocios.

Aleatoriedad y percepción

Cuando nacemos, no tenemos un sentido innato de cómo funciona la parte aleatoria de nuestro mundo. Hablamos de probabilidades y pensamos que entendemos lo que decimos. Cuando el hombre del tiempo dice que hay un 60% de probabilidad de que llueva hoy, no tenemos una definición precisa de lo que eso significa. ¿Significa que hay un 60% de probabilidad de que llueva aquí en mi casa? ¿ O 60% de probabilidad de que llueva en otra parte de la ciudad? ¿Significa que hay un 60% de probabilidad de que en cada zona de la ciudad caiga al menos una gota de agua? ¿O que cada zona de la ciudad tendrá lluvia el 60% del tiempo? Toda esta «paranoia lingüística» puede parecer absurda, pero lo que trato de reflejar es el hecho de que todos tratamos este tipo de afirmaciones simplemente con un sentido intuitivo de lo que significan.

El ser humano tiene nociones poco fiables y quizás algunas conclusiones erróneas cuando se trata de hablar de los procesos aleatorios. Por ejemplo, pocos de nosotros sabemos que si seleccionamos aleatoriamente a 25 personas y le preguntamos la fecha de cumpleaños, existe una posibilidad superior al 50% de que al menos 2 de ellos tengan la misma fecha de cumpleaños.

La falacia del jugador

Muchos traders tienen creencias erróneas. Hay quien mantiene que después de una serie de pérdidas la probabilidad de éxito en el siguiente negocio aumenta, y que por lo tanto hemos de aumentar el número de contratos con el que operar. No obstante, esto puede o no puede ser verdad en el mundo del trading, pero para la mayor parte de situaciones aleatorias como tirar una moneda al aire, no es cierto.

Lo que la afirmación anterior implica es que la probabilidad de éxito en cada negocio está influenciada de alguna manera por los resultados de los negocios anteriores. Esto no es cierto en el juego de los dados, tirar la moneda al aire, el juego de sacar cánicas de colores de la bolsa, etc… ya que, ni la moneda, ni el dado, ni las cánicas, ni la bolsa tienen memoria de los resultados pasados. Cada extracción o juego es independiente del anterior.

Sin embargo, se puede justificar dicha afirmación diciendo que en el mundo del trading cada negocio puede no ser totalmente independiente del anterior. Por ejemplo, si estamos utilizando un sistema de rompimientos, puede que después de varios fallos seguidos consigamos un ganador. El problema es que no sabemos de antemano cuando nos beneficiaríamos de un incremento en el número de contratos, por lo que ir incrementado la carga de contratos conforme aumenten los fallos puede hacernos incurrir en una pérdida grande y dejarnos sin capital.

El incremento del tamaño de la apuesta después de cada pérdida se conoce con el nombre de Estrategia Martingala. Solamente funciona si tenemos capital ilimitado. Uno de los ejemplos más claros de lo mala que puede ser esta estrategia lo tenemos en el juego que consiste en lanzar una moneda al aire y doblar la apuesta cada vez que nos equivoquemos. Este juego tiene esperanza cero. Funciona de la siguiente manera: Apostamos 1 € con cada lanzamiento de la moneda. Si sale cara ganamos 1 €, si sale cruz perdemos 1 €. Si sale cruz después de la primera jugada, doblamos la apuesta, por lo que en la segunda tirada apostamos 2 €. Si ganamos, ganamos 2 €, si perdemos, perdemos 2 €. Y así sucesivamente. El problema con esta estrategia viene cuando nos enfrentamos a una racha de pérdidas muy grande. La cantidad apostada se hace muy grande también. Por ejemplo, después de una racha de 10 fallos, la siguiente apuestas tendría que ser de 1024 € y ya se han perdido de hecho 1023 €, de tal manera que si acertamos en el undecimo lanzamiento nuestra ganancia final se quedará en 1€, mientras que nuestra pérdida potencial aumenta demasiado. Este tipo de juegos solo tiene éxito si el jugador tiene capital limitado.

Dobles en los dados

En el casino, jugar a los dados y conseguir un doble se paga 30 a 1. Nuestro razonamiento nos llevaría a la siguiente conclusión: como hay una probabilidad de 1 entre 36 de sacar un doble, lo único que tenemos que hacer es esperar una racha de tiradas sin que aparezca un doble y después apostar 1 € en cada lanzamiento siguiente. Por ejemplo, si el doble 2 no ha ocurrido en los últimos 30 lanzamientos, ¿es más probable que aparezca en los siguientes? No, no es más probable. Suponiendo que el dado no está trucado, la probabilidad de que ocurra un doble sigue siendo de 1/36. El dado no tiene memoria. La esperanza de apostar 1 € al doble 2 es igual a 30/36 = 0.83. Les aseguro que el casino estará contento de quedarse con los 17 céntimos de euros de cada apuesta que ustedes hagan.

¿Y que tiene que ver todo esto con el trading?

Aunque aparentemente piense que estos artículos no tienen nada que ver con el trading, se sorprenderá de las similitudes que existen entre algunos de los ejemplos o comentarios que se van mostrando y el mundo del trading. No intento pues definir estrategias concretas de entrada o salida. Quiero centrarme exclusivamente en el estudio de los riesgos y en como las diferentes estrategias de gestión del dinero que podemos encontrarnos pueden influir sobre nuestros resultados. Es mi intención aportar algo de luz al tema de la gestión del dinero en sistemas automáticos de trading, ya que considero que apenas se le da importancia a uno de los aspectos más importantes del trading. Como traders muchos de nosotros nos cegamos con los resultados de uno u otro sistema, sin parar a analizar otros aspectos mucho más importantes en la realidad. Si alguno de los que están leyendo este artículo está pensando en dedicarse seriamente al mundo del trading (ya sea con sistemas o sin ellos), les animo a que sigan luchando por mejorar día a día, y espero que mis humildes comentarios puedan ayudarles en algo a conseguir sus objetivos.

Saluditos,
Chap

 

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