Finanzas Descentralizadas: La Revolución del DeFi

Dedicado a mi buen criptoamigo Ronald Lino 😉

Seguro que si este verano habéis estado al tanto de las noticias de criptodivisas, os habrán llamado la atención las subidas astronómicas de algunos tokens con nombres tan llamativos como Compound, yearn.finance o SushiSwap, superando en algunos casos el 1.000% de rentabilidad en cuestión de días o semanas. Si no os habéis enterado de la revolución que suponen estos nuevos tokens, no os preocupéis: aquí estamos en X-Trader.net para contároslo todo. Vamos a ello.

¿Qué es DeFi?

DeFi hace referencia a Finanzas Descentralizadas (en inglés, Decentralized Finance), un nuevo ecosistema de tokens y protocolos que tiene como objetivo reinventar el sistema financiero tradicional eliminando a los intermediarios (ie, bancos) del juego. Muchas de las acciones financieras habituales, tales como préstamos, productos estructurados o la operativa con acciones, pueden realizarse ahora a través de una red descentralizada de código abierto ejecutándose sobre Ethereum.

Como podéis imaginaros, si esto empieza a crecer puede suponer un auténtico dolor de cabeza para las instituciones financieras actuales, que verían como empieza a desarrollarse un auténtico mundo financiero paralelo que escapa a su control y contra el que va a ser muy difícil competir. Sin lugar a dudas, se trata del sueño húmedo de Satoshi Nakamoto puesto en práctica. Y ojo porque la cosa parece que va en serio: el valor total de las criptodivisas bloqueadas en el ecosistema DeFi ronda los 8.000 millones de dólares, un valor similar a toda la capitalización de Ripple.

La idea, si bien puede parecer que no es tan novedosa (¿recuerdan mi artículo sobre Préstamos P2P allá por 2007?) cuenta ahora con los mimbres necesarios (léase descentralización y protocolo ERC-20) para tener mucho más éxito que en el caso de proyectos como el extinto Zopa o Prosper.

 

El Origen de Todo: Compound

Si tuviéramos que situar el arranque de la revolución DeFi en el tiempo, no habría que irse demasiado lejos en el tiempo: el pasado 15 de junio Compound empezaba a distribuir su token COMP y resultaba ser todo un éxito, pasando de cotizar en 80$ a marcar un máximo en 427$ unos días después, en buena parte ayudado por el apoyo del exchange Binance, sacando a cotizar este token.

Si bien es cierto que Compound no ha salido a cotizar hasta hace 3 meses, en realidad el proyecto del economista Robert Leshner lleva gestándose desde 2017, siendo uno de los primeros que financió Coinbase a través de Coinbase Ventures.

¿Y qué tiene de especial Compound? Dentro del ecosistema de este proyecto, podemos diferenciar dos clases de tokens: por un lado está el token original del proyecto (COMP), el cual es un token de gobierno. Es decir, los poseedores de COMP obtienen derechos de voto que permiten decidir de forma descentralizada sobre asuntos tales como las actualizaciones del protocolo o la inclusión de nuevos activos para préstamos en la plataforma.

Pero por otro, no debemos olvidar que Compound es, en la práctica, una aplicación de préstamos descentralizada desarrollada sobre el blockchain de Ethereum. Y aquí es donde comienza la magia del DeFi, con los denominados cTokens. El funcionamiento de estos tokens es el siguiente: en esencia, cualquiera que tenga una criptomoneda aceptada por el protocolo puede depositarla en un contrato inteligente Compound donde se une a un fondo de liquidez y empieza a generar intereses. El interés proviene de otros usuarios que piden prestados fondos y pagan intereses por los préstamos.

En el momento en el que el prestamista deposita los fondos para ofrecerlos a otros usuarios, el protocolo emite los conocidos cTokens, los cuales representan el derecho a una porción de la reserva de un activo en Compound. Si, por ejemplo, depositamos Ethereum en Compound, recibiremos su valor equivalente en cETH.

Actualmente los activos admitidos en Compound son Ethereum (ETH), Wrapped Bitcoin (WBTC), USD Coin (USDC), DAI (DAI), Tether (USDT), 0x (ZRX), Basic Attention Token (BAT) y Augur (REP). Cada uno de los préstamos denominados en estos activos generan los correspondientes cTokens (cETH, cWBTC, cUSDC, cDAI, cUSDT, cZRX, cBAT y cREP), cada uno con sus propios tipos de interés, los cuales se actualizan de forma algorítmica en función de la oferta y la demanda. A este tipo de interés único de cada activo es a lo que se denomina Average Percentual Yield (APY), el cual tiene en cuenta el efecto de la reinversión de los beneficios (en otros protocolos se usa el Average Percentual Rate (APR), que no tiene en cuenta dicho efecto). En todo caso, no hay que olvidar que estos rendimientos son proyecciones futuras que pueden fluctuar bastante.

Por si tenéis curiosidad, en la web de Compound (https://compound.finance/markets) podéis consultar los tipos de interés que podéis obtener como prestamistas (también lo que pagaréis como prestatarios), oscilando entre los cTokens oscilan entre el exiguo 0.37% de Wrapper BTC y el excelente 3.81% de DAI. En cualquier caso, rentabilidades superiores a las de cualquier depósito bancario actual.

Mercados de Préstamos DeFi - Compound Markets

 

El Extenso Ecosistema del DeFi

Como suele suceder en esto de las criptos, Compound tan solo es la punta del iceberg del DeFi, existiendo multitud de proyectos en torno a esta nueva revolución. A continuación os presento las diferentes ramas que podemos encontrarnos en este amplio ecosistema, junto con algunos nombres relevantes a los que seguir la pista:

  • Préstamos: se trata, como acabamos de ver, de aplicaciones de préstamos descentralizados ejecutados sobre el blockchain de Ethereum. Dentro de este segmento, aparte de Compound (COMP), os recomiendo que echéis un vistazo a Aave (LEND), Maker (MKR) y yearn.finance (YFI).
  • Exchanges: aquí entramos en el terreno de los protocolos que permiten montar DEXes (Decentralized Exchanges). Se trata de contratos inteligentes que actúan como creadores de mercado automáticos (los denominados Automated Market Makers o AMMs) con los que podemos eliminar de la ecuación al propietario de la plataforma de negociación, a la par que actúan como custodios de los fondos y activos digitales depositados. A cambio, los participantes que aporten liquidez mediante la compra de tokens en el exchange reciben comisiones por ello. En este sentido os recomiendo que busquéis información sobre Uniswap, Curve Finance y Balancer. Hay que tener en cuenta que en este tipo de proyectos no existe un token nativo, sino que en su lugar cada par negociado representa un token en sí, al que podamos aportar liquidez comprándolo. Por cierto, a modo de curiosidad: el volumen negociado en Uniswap está empezando a superar al negociado en Coinbase, ahí lo dejo.
  • Gestores de Activos: rizando el rizo, aquí los protocolos permiten agregar fondos de inversores y realizar inversiones de forma automatizada en productos de gestión creados por los usuarios. Dentro de esta categoría atentos a Enzyme Finance (MLN), Set Protocol, Zapper.fi e Instadapp.
  • Cobertura del Riesgo: si bien uno podría pensar cuando comienza a investigar sobre el DeFi que invertir en ello puede ser muy arriesgado, lo cierto es no hay de qué preocuparse… ¡Está todo inventado! Dentro de esta categoría DeFi podemos englobar mercados de predicción, opciones y seguros, los cuales ofrecen diferentes servicios para cubrirse de posibles resultados adversos. Aquí echad un ojo al token Augur (REP) y a Polymarket dentro de los mercados de predicción; a Synthetix (SNX), que permite crear activos sintéticos, y al exchange MCDEX, donde podemos negociar derivados de forma descentralizada; y en el campo de los seguros descentralizados, seguid a Opyn y Nexus Mutual (NXM) (en este último exchange se negocian “pólizas” que permiten protegerse ante fallos en un smart contract).
  • Puentes de Activos Digitales (Digital Assets Bridges): y por si todavía no les parece suficiente todo este cúmulo de innovación financiera descentralizada que acabamos de ver, atentos a lo último: los puentes de activos digitales permiten tokenizar cualquier activo digital para poder usarlo como colateral en contratos financieros dentro del ecosistema DeFi. Es tal el interés que están despertando plataformas como BitGo (386 millones de dólares en Bitcoin tokenizado), Ren (200 millones) o la futura Keep Network, que se da la paradoja de que se están tokenizando Bitcoins ¡a una tasa superior a la que se están minando!

 

Yield Farming: ¿Cómo Gano Dinero con Esto del DeFi?

Si me han seguido hasta aquí se habrán dado cuenta de que con todos estos nuevos protocolos DeFi aparecen nuevas oportunidades para ganar dinero (somos traders ¿vale?). La búsqueda de este tipo de oportunidades para maximizar el rendimiento de nuestra cartera de criptodivisas es lo que se conoce como “Yield Farming” (también se le denomina “Liquidity Mining”). En términos sencillos, se trata de generar ingresos pasivos a partir de las criptodivisas que hayamos adquirido, utilizando estos nuevos protocolos de DeFi a modo de piezas para construir intereses de forma compuesta (no en vano, en la jerga, a cada uno de estos protocolos se les denomina “Money Legos”). Esto que ahora puede parecer una tontería, en el futuro podría cambiar y mucho la forma en la que los inversores en criptos hacen HODL.

En la práctica, el Yield Farming (que podríamos traducir como “cultivo de rendimientos”) es tan sencillo como comprar una Stablecoin (<- dale ahí si no sabes qué son) y depositarlo para actuar como prestamista en Compound. Es decir, podemos comprar Tether (USDT), acudir a Compound, añadirlo al pool de liquidez para préstamos y obtener cUSDT. Pero si le echamos imaginación, también podemos pedir un préstamo y depositar el importe recibido en otro protocolo que nos dé una mayor rentabilidad como prestamistas. Si repetimos ese proceso de rotación de activos de forma reiterada podemos generar un efecto bola de nieve de intereses que puede llegar a ser bastante rentable.

Por otro lado, a medida que estos protocolos se desarrollan y se faciliten las conexiones entre ellos, cabe esperar que se puedan hacer operaciones aún más complejas. Por ejemplo, se puede crear un nuevo contrato en ERC-20 que combine diferentes contratos inteligentes en uno solo que permita invertir 10.000 dólares en Compound, obtener un 3% de interés, y luego reinvertir automáticamente ese interés en otro activo a través de un roboadvisor DeFi, o usarlo como garantía para otro préstamo.

Conclusión

Como acabamos de ver, la revolución del DeFi va más allá de lo que representa el tradicional negocio de préstamos de un banco o incluso de los préstamos P2P que os recordaba al comienzo del artículo. En el ecosistema DeFi, los préstamos son simples instrucciones programadas. No existe revisión del perfil de riesgo del solicitante ni es necesario siquiera disponer de una cuenta bancaria para recibir el préstamo. Lo único que se requiere al prestatario es que deposite una cantidad en concepto de garantía, la cual siempre debe ser superior a la cantidad solicitada (en Compound por ejemplo debemos depositar el doble de lo que pidamos), de esta manera nos ahorramos problemas.

No obstante, tampoco debéis pensar que la posibilidad de obtener rentabilidades más interesantes que las de los depósitos tradicionales mediante estos protocolos está exenta de riesgos. Precisamente ese interés extra que se puede ganar es una prima que recibimos a cambio de asumir un poco más de riesgo.

De entrada, como todo lo que hay en criptodivisas, los protocolos que hemos comentado son susceptibles de ser hackeados, por lo que podríamos perder buena parte de nuestra inversión. Por supuesto, los smart contracts tampoco están exentos de errores y fallos en su ejecución, basta con recordar la mala experiencia de TheDAO, que por poco da al traste con el prometedor futuro de las criptodivisas.

Por otro lado, en el caso de los préstamos, si actuamos como prestatarios podría pasar que se produjera un fuerte movimiento a la baja en el token que hayamos elegido para denominar el préstamo, provocando que el valor de nuestra garantía caiga por debajo del umbral requerido por el protocolo, lo que provocaría que nuestro préstamo fuera liquidado por el smart contract. Por ello, si nos lanzamos a la aventura, conviene que siempre vigilemos de cerca cuál es el ratio de colateralización requerido por el protocolo.

De todos modos, y a pesar de los riesgos que entraña (como casi todo en este universo de las criptodivisas), creo que el DeFi puede suponer una nueva vuelta de tuerca en la revolución de actual de la descentralización, y que posiblemente llegue a provocar el vuelco definitivo en la industria financiera tradicional (algunos apuntan que incluso podría cambiar el top 30 de las criptos por completo). Por supuesto, también puede pasar lo que sucedió entre 2017 y 2018 con la fiebre de las ICO, y esto del DeFi se quede en una simple moda pasajera pero mientras tanto… ¡aprovechemos el momento! 😉

 

Saludos,
X-Trader

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