Nunca se sabe cuándo tendrás que recurrir a los viejos trucos…
A finales de 2017, las criptos habían vuelto con mucha fuerza después de un mercado bajista de 3 años. Los operadores de renta variable que no querían operar criptos pero obtener ganancias con ellas necesitaban encontrar algún tipo de proxy para participar en esta nueva ola especulativa.
De este modo, o bien operaban con la primera oleada de nuevos mineros de criptomonedas (RIOT, MARA, LFIN) o negociaban con una acción llamada GBTC (Grayscale Bitcoin Trust). GBTC poseía bitcoins para ofrecer exposición a los inversores sin ser de su propiedad. Era esencialmente lo más parecido a un ETF de Bitcoin, pero sin la aprobación oficial de la SEC, por lo que sólo podía operar como un fondo cerrado en mercados OTC.
En un mercado eficiente, no debería haber ninguna razón para negociar GBTC en lugar de Bitcoin. Seguirá al Bitcoin 1 a 1 y, dado que el bitcoin cotiza 24 horas al día, 7 días a la semana, mientras que GBTC solo cotiza en horario de mercado de 9:30 h. a 16:00 h. EST, no debería haber ninguna razón para negociarlo activamente. Así que en la práctica sólo tiene desventajas… o eso cabría esperar.
Cuando Charlie empezó a seguir de cerca GBTC, se hizo evidente que había un impulso adicional a sus movimientos diarios. Por ejemplo, si Bitcoin se apreciaba un 3% desde el último cierre de GBTC, GBTC mostraba un aumento similar del 3% en las cotizaciones pre-mercado del día siguiente. Ok, bastante sencillo, ¿verdad? Pero entonces el mercado abría y ocurría algo familiar.

La acción abría con una horquilla estrecha y luego el volumen se desbordaba en los primeros 5 minutos. Los compradores absorbían todas las ventas y luego la oferta aflojaba y la acción cotizaba significativamente al alza, a menudo otro 5% más, mientras que Bitcoin en sí se mantenía al mismo precio. Así que, bastaba con comprar 100 acciones en esta acción y cazar 25-50 puntos limpios. Se trataba de una vieja jugada de apertura que Charlie aprendió observando FNMA con la ventaja de que ahora el valor de la acción era más bajo y tenía algo más de liquidez y profundidad (aunque seguía siendo mercado OTC).
Debido a este «flujo de entrada» adicional, GBTC se negociaba con una prima considerable sobre su valor liquidativo (NAV) subyacente. Tal vez fueron los traders intradía los que amplificaron la prima con su flujo parasitario de órdenes; o tal vez fueron inversores de renta variable deseosos de añadir GBTC a su plan de pensiones sin leer la letra pequeña sobre lo que estaban pagando; incluso pudo ser la magia negra del mercado extrabursátil. Nunca lo sabremos.
Durante unas cuantas semanas, Charlie y la mesa de Occidental Group se lanzaron a por GBTC, utilizando el viejo playbook OTC que nos convirtió en traders consistentes y rentables. ¡Genial!
Pero a medida que Bitcoin y GBTC seguían haciendo nuevos máximos, Charlie y su equipo no parecían contentos con este dinero fácil. A medida que la prima sobre el valor liquidativo aumentaba hasta niveles asombrosos de más del 100%, los operadores empezaron a anticipar un gran movimiento de reversión a la media, un escenario en el que Bitcoin sufriría una corrección del 10-20%, lo que podría desencadenar una caída masiva del 30-50% también en GBTC.
A Charlie personalmente esto no le importaba. La especulación con GBTC no era una situación muy escalable porque el mercado tampoco tenía una elevada liquidez. ¿Por qué rechazar dinero fácil para a cambio forzar una operación corta con un riesgo considerablemente mayor? Si se intentaba vender entre 500 y 1.000 acciones en corto, era fácil quedarse enganchado intentando cerrar la operación; para remate, el slippage daría la puntilla a la operación.
Un día de finales de noviembre, Bitcoin superaba los 10.000 dólares por primera vez en su corta historia, mientras que GBTC cotizaba a la friolera de 1.800$. En este punto, las perspectivas de trading de los traders de Occidental Group empiezan a diferir. Por ejemplo Paul y otros querían seguir con la estrategia de dinero fácil mientras que Charlie planea ponerse corto de 1.000 acciones y ganar seis cifras en una operación de varios días.
Bitcoin comienza a girar en torno a los 10.000 dólares, ralentizándose un poco pero tampoco corrigiendo violentamente, lo que hizo que el potencial bajista de GBTC pareciera algo ambiguo. La cinta de GBTC parece tener su propio ritmo. Fluye y refluye y mientras la negociamos… surgen algunos vendedores tempranos que rompen el rango de apertura. Charlie se sumerge en 700 acciones en corto, una posición de 3 millones de dólares.
Se desploma 100 puntos, pero en un momento dado esta caída inicial es absorbida, una clara señal de compra para los scalpers intradía. Charlie empieza a cerrar parte de su posición. Los beneficios de Charlie pasan de 80.000 a 40.000 dólares. GBTC aguanta y parece preparado para un nuevo máximo.
«Joder. Puede que tenga que cerrar y comerme una pérdida.» —exclama Charlie
Hay una punzada de arrepentimiento, derivada de su antigua mentalidad de scalper… ¿Por qué no seguí a Paul e hice scalping? Soy un especulador, eso es lo que hago: tomar ganancias rápidas. No dejo que se me vuelva entero en mi contra.
Pero no hay un nuevo máximo. El precio se da la vuelta al final de la tarde… ¡DÍA DE COBRAR!

Paul le pregunta a Charlie: ¿Puede que este haya sido el trade que te ha hecho pasar de ser un scalper de 6 cifras a un trader de 7 cifras? Charlie lo tenía claro: estos 165.046 dólares de beneficio era un punto de inflexión. Era la primera vez que se comprometía de verdad a un movimiento mayor en lugar de limitarse a aceptar una ganancia menor.
No obstante, Bitcoin no volvió a tocar los $10.000 ni GBTC hizo techo en $1.800 durante el mercado alcista de criptomonedas de 2017. De hecho, duplicaron desde estos precios. ¿Qué ocurrió entonces?
GBTC: Segundo Asalto
Es 19 de diciembre y Bitcoin está cerca de los 20.000 dólares. GBTC cotiza ahora a unos escandalosos 3.000 dólares.
Charlie y Paul llevan cada uno un beneficio de 300.000 dólares este año únicamente con GBTC: es la acción más rentable de su histórico.
Naturalmente, es hora de ser un poco codicioso. Todo el mundo en la mesa de Occidental tiene ese día de negociación del 29 de noviembre en su mente, pensando que ahora que GBTC ha duplicado ese precio, cada vez es más inevitable que se produzca un movimiento de reversión a la media. Muchos se sintieron con derecho a grandes ganancias, pensando que sería el corto más fácil y rentable que nunca se había visto antes.
GBTC abre a $3.200 y hay una pila de vendedores desde la apertura. Hora de ponerse corto.

No es fácil ejecutar las órdenes por lo que la mayoría de los traders sólo consiguen casar 100-200 acciones. La acción cae un 20% desde la apertura, llegando a 2.600 dólares. ¡Eso ya es un gran movimiento! Charlie ha subido 35.000 dólares, pero a él no le parece nada teniendo en cuenta sus expectativas previas.
Paul se retira y cubre posiciones a partir de 2.800 dólares y por debajo. En su opinión, se había acabado ya el dinero fácil. Pero Charlie no piensa lo mismo… y se apodera de él una emoción que rara vez tiene: La codicia.
«Voy a añadir en todos los pops … No me importa, tengo que hacer más en este trade«
Así que GBTC hace suelo en $2.600 y se produce un gran rebote. En $3.000 todo el mundo en Occidental Group considera que está regalado para hacer cortos de nuevo. Porque ¿quiénes son estos compradores idiotas que no aceptan que GBTC está acabado? Vamos a dar contrapartida a estos tontos.
Atraviesa los $3.000 con facilidad. En cuestión de minutos, ya está en $3.200 y no hay profundidad de mercado a la vista en el lado vendedor. Todos esos grandes vendedores de los primeros 10 minutos, se han esfumado. Ahora esa mentalidad de «este precio es un regalo» ha cambiado completamente en un instante a «¿qué coño está pasando con esta mierda?». ¡Bitcoin ni siquiera está volviendo a máximos todavía! ¡GBTC se ha desacoplado completamente y se mueve por su cuenta! No tiene ningún sentido.
Durante dos horas, los operadores de Occidental, en números rojos, están rezando para que vuelvan los vendedores. Muchos están experimentando una disonancia cognitiva importante, ya que sus ganancias matutinas sin esfuerzo se han desvanecido en este desagradable movimiento de reversión. En este punto, la mesa está teniendo uno de sus peores días del año. Lo que parecía una oportunidad increíble por la mañana se ha convertido inesperadamente en una pesadilla.
Una vez que GBTC supera los máximos de la mañana, todo el mundo se abalanza para cubrir los cortos, luchando por conseguir una pequeña cantidad de acciones y atropellándose unos a otros, como un rebaño de ganado sediento que acude en tropel a por el último cubo de agua. Charlie está tratando de salir a mercado y que apenas lograr ejecutar mientras su pérdida aumenta.

Y después de eso… el silencio. Y una llamada convocando una reunión inmediata para todos los que habían operado GBTC ese día.
Nunca antes ha habido una reunión de emergencia como esta en relación con la mesa perdiendo un montón de dinero en una sola acción. Los números no eran tan malos como para hacer explotar la empresa, pero querían cortar esto de raíz antes de que se llegara a ese punto.
Las últimas 3 horas de negociación habían representado una de las peores oscilaciones de P&L que el jefe de mesa había observado en años: todo el mundo había subido X los primeros 20 minutos y ahora había bajado ¡¡¡4X!!! horas después, mientras los operadores golpeaban sus teclados y gritaban ¡¡HAZME UN PUTO FILL! El jefe de mesa intenta explicar a todo el mundo que él y el equipo de gestión de riesgos de Austin han hablado de la necesidad de contener el potencial de pérdidas de GBTC.
La acción es demasiado salvaje y es demasiado difícil operar con seguridad con tan poca liquidez en la cinta. Es hora de ser prudentes. Advierte a cada trader que su riesgo está siendo estrechamente supervisado en este momento y que cualquier pérdida excesiva en GBTC será cortada de raíz inmediatamente.
«Sé que es decepcionante pero tenemos que vivir para luchar otro día.» —dijo seriamente el jefe de mesa.
Después de esto, Charlie opta por dejar GBTC en paz, sintiendo que sus manos están ahora atadas. Termina el día con una pérdida de -63.071 dólares, sientiéndose enormemente molesto.
Durante la reunión, GBTC llega a alcanzar un nuevo máximo histórico de 3.525$… y 3 días más tarde, se negociaría tan bajo como $1.200. Esa reunión terminó marcando el techo de la acción.
Nuevos Logros
A pesar de la debacle de la «reunión de emergencia», 2017 termina triunfalmente para Charlie: registra 2 millones de dólares en beneficios netos, su año de mayor éxito hasta la fecha.
Al ver que sigue desarrollando su potencial, la dirección decide homenajearle por superar un importante hito de PnL. Una de las ideas del jefe para fomentar el espíritu de equipo fue crear un sistema de niveles de logros para sus operadores que diera lugar a una salida colectiva de celebración de la empresa. Uno de esos niveles principales se denominaba «Blackshirt», y se otorgaba a todo aquel que ganara 2 millones de dólares en un año natural.
Charlie sería el segundo operador en alcanzar el estatus de Blackshirt tras su mes de operaciones con GBTC. Presenciar su logro llenó a todos en Occidental de alegría y celebración: nuestro chico Charlie, que solía hacer operaciones ultrarrápidas en cuestión de segundos para ganar 100 dólares, alcanzaba por fin el estatus de las 7 cifras.
Después de este logro, la dirección le animó a aumentar su tamaño y así lo hizo. Empezó a sentirse más audaz en todas sus jugadas: acciones low float, jugadas de mercado, OPVs, opciones…
La Saga de DryShips (DRYS)
Podría escribirse un capítulo entero sobre el espectáculo de mierda que fue DRYS, básicamente el valor meme por antonomasia antes de que los valores meme se convirtieran en algo. DryShips había sido una empresa legítima de transporte marítimo de carga seca a granel desde 2004 hasta 2014.
Tras la Gran Crisis Financiera, todo el sector del transporte marítimo de carga seca a granel entró en declive terminal. Entonces el CEO de DRYS, George Economou, con un golpe de brillantez, decidió… ¿por qué no transformo mis acciones en un pump & dump de baja flotación? Así que un día, DRYS pasa de cotizar desde un solo dígito a más de 100 dólares en 2 días.
A partir de ese momento, se convierte lentamente en una fascinación de culto entre los tontos inversores minoristas de acciones basura. Estas personas de alguna manera mantendrían esta firme creencia de que un día habría un short squeeze masivo que cubriría todas sus pérdidas. Un delirio máximo.

Después de ese increíble pump, las acciones se convirtieron en el cajero automático personal de Economou: recaudó miles de millones a través de deuda convertible tóxica y ejecutó ocho contrasplits en un solo año, mientras los inversores perdían el 99,9% de su dinero durante ese tiempo. Huelga decir que Charlie tuvo muchas oportunidades de ponerse corto en DRYS y aprovechar la interminable ola de ventas de papel tóxico de Economou. Era la primera vez que ganaba más de seis cifras acumulativas en una operación con acciones low float. De hecho, DRYS acabaría siendo su mayor P&L en un solo ticker de baja flotación hasta la fecha.
Vixmaggedon
Luego vino el mercado del 6 de febrero de 2018, la segunda vez que Charlie fue testigo de cómo el VIX superaba los 50 puntos.
La mayoría de nosotros no recordamos la razón de la fuerte caída del mercado en general, pero el caos que estalló dentro de los ETF de volatilidad sigue siendo inolvidable, un evento que la prensa financiera apodaría «Vixmaggedon» o «Volmageddon«. El lento mercado alcista que se había apoderado del mercado desde 2011 había popularizado un cierto tipo de estrategias de cortos de volatilidad. A medida que la volatilidad se extinguía en los mercados y los instrumentos del VIX se encontraban en un declive terminal a largo plazo, los operadores empezaron a ponerse cada vez más cortos de volatilidad hasta el punto de que el trade se había saturado de traders novatos.
Pensaron que sería dinero fácil mantener ETFs de volatilidad corta mal entendidos en sus carteras a largo plazo y añadir en cada caída. Mientras el mercado siempre repuntara, como siempre ocurre, todo iría bien… o eso creían.
El 5 de febrero, el VIX experimentó una subida sin precedentes del 115% en un solo día, la más alta desde la crisis financiera de 2008. A las 16:30 h. EST después del cierre, todos los operadores de acciones del planeta dirigieron su atención a un solo y oscuro ETF llamado VelocityShares Daily Inverse VIX Short Term o «XIV».
XIV, que abrió el día a 109 dólares, empezó a caer sin ofertas a la vista. Primero 80$. Diez minutos después, 50$. Veinte minutos después, 30$. Luego, un mínimo de 10$, sin rebote alguno. Resulta que el folleto de XIV incluía una cláusula según la cual si su valor indicativo caía un 80% o más en un solo día, se desencadenaría un evento de aceleración, que llevaría al reembolso del ETF a un precio igual a CERO.
Esta oscura cláusula se desencadenó después de la jornada de negociación de los futuros del VIX. Uno de los colegas más diligentes de Charlie empezó a difundir la información de que XIV era básicamente un 0 garantizado. Añadió más a medida que bajaba.

Al día siguiente, Charlie sabía que tenía que mantener el hambre. No le bastaba con embolsarse una inesperada ganancia de seis cifras en un ticker del que nunca había oído hablar. Todavía conservaba el recuerdo de agosto de 2015, cuando se mostró demasiado cauto mientras el resto de la empresa se lanzaba de cabeza con un riesgo masivo y cosechaba ganancias colosales.
Tenía los ojos puestos en el VXX, que se había disparado un 400% en 3 días. Se convirtió en un atractivo candidato a corto para alinearse con un inevitable rebote del mercado. La subida masiva de estos instrumentos fue causada por un enorme reventón derivado de todos los operadores cortos de volatilidad y sabía que estos niveles no podrían mantenerse durante mucho tiempo.
Una oleada extrema de compradores insensibles a los precios no puede durar. También sabía que en caso de que se produjera un gran gap bajista en el mercado de acciones, podría desplegar la estrategia de 2015 de hacerse con nombres individuales con un desplazamiento excesivo de sus precios. En definitiva, el 6 de febrero de 2018 era un día para traer la artillería pesada o lamentar para siempre no haberlo hecho.
El mercado abrió con un gran gap a la baja y, al igual que en agosto de 2015, se disparó rápidamente al alza en los primeros diez minutos para borrar la mayor parte de las pérdidas. En consecuencia, el VXX experimentó un fuerte descenso en la apertura.

Charlie atacó rápidamente todo lo relacionado con el VIX a la vista: TVIX, VXX, SVXY, UVXY20. Si tenía una V y una X en el ticker, se ponía corto. Tuvo un día increíble, la mayor parte de él dentro de los primeros 30 minutos de la apertura, lo que resultó en otro mejor P&L diario de su carrera.
El caos de febrero de 2018 fue el pistoletazo de salida de otro próspero año para el recién nombrado operador Blackshirt. Al final del mes, cruzó el millón de P&L. Estamos ante un trader experimentando un crecimiento exponencial en su octavo año de trading profesional. Algo impresionante.
Claro que… ¿sabéis que sería aún más genial? Ganar un millón de dólares en un solo día.…
Continuará…
Saludos,
X-Trader







