Creencias Erróneas Sobre lo Aleatorio

Nos guste o no, los seres humanos tendemos a buscar patrones. Esto resulta útil en buena medida, por cuanto ello nos permite leer las palabras de un libro o identificar caras. Se trata sin duda de patrones complicados, pero la mente humana no tiene problemas para identificarlos rápidamente.

Por ejemplo: imaginemos que estamos resfriados y empezamos a tomar zumo de naranja el primer día que tenemos síntomas. Unos días después, los síntomas del resfriado desaparecen. Nuestro cerebro concluye que debe existir una relación causa-efecto entre ambos sucesos. Sin embargo, sabemos que realmente esto no es cierto, ya que los resfriados casi siempre desaparecen por sí solos al cabo de unos días. El zumo de naranja no es necesariamente la causa de ello.

Y es que este sesgo de nuestra mente nos conduce a realizar afirmaciones totalmente erróneas sobre la naturaleza de los sucesos aleatorios, en ocasiones además con una fuerte convicción.

En particular, aquí tenéis algunos ejemplos:

  • Los sucesos aleatorios son sistemáticamente erráticos. Falso, en efecto son erráticos pero no necesariamente deben aparecer de forma desordenada. De hecho, en ocasiones se producen rachas de resultados ganadores y perdedores.
  • Con el tiempo, los resultados de un suceso aleatorio tienden a equilibrarse. Otra idea errónea relacionada con la afirmación anterior: en el infinito, a medida que se agregan observaciones del suceso los resultados efectivamente tenderán a equilibrarse por la Ley de los Grandes Números, pero en un espacio de tiempo finito no es ni mucho menos obligatorio que eso suceda.
  • Si un número no ha salido todavía, tiene que salir. O si ha salido cara con demasiada frecuencia, tiene que salir cruz. Otra creencia totalmente inaceptable: los números que no han salido, no tienen obligación alguna de salir. Los resultados del lanzamiento de monedas y dados no tienen memoria del pasado porque son sucesos independientes.
  • Después de unas cuantas derrotas, una persona debe ganar. Un jugador nunca tiene obligación de ganar (o perder). En la mayoría de los juegos, el pasado no nos dice nada sobre lo que ocurrirá después.
  • Existen los patrones en los juegos de azar. A veces, los sucesos aleatorios parecen formar patrones. Y es que las casualidades existen, pero ello no cambia la naturaleza del fenómeno.
  • Si parecen existir patrones, los sucesos no son aleatorios y, por tanto, son predecibles. Como ya hemos visto, en ocasiones un suceso aleatorio puede mostrar patrones aparentes, pero estos patrones no nos van a permitir predecir eventos futuros. Por ejemplo, los patrones que en ocasiones se repiten en los números de la lotería o de la ruleta en el pasado seguramente no se repitan así que su capacidad predictiva es nula.
  • Si un sistema de apuestas, un amuleto de la suerte o una superstición parecen funcionar, es que realmente funcionan. Gracias a la casualidad, los sistemas de apuestas, los amuletos y las supersticiones puede parecer que funcionan… pero lo más probable es que ese éxito no se repita.
  • Los sucesos aleatorios se autocorrigen. Otro mito totalmente falso: una larga racha ganadora o perdedora puede ir seguida de resultados ordinarios, de modo que el impacto de la racha parece disminuir a medida que se agregan más sucesos.
  • Si un número aparece con demasiada frecuencia, debe de haber un sesgo. A veces se producen verdaderos sesgos (por ejemplo, un equipo defectuoso, dados trucados, etc.), pero lo más frecuente es que un sesgo aparente sea simplemente una casualidad que no permite predecir los acontecimientos futuros. Pensemos que, si usáramos una moneda realmente aleatoria, aunque es extremadamente difícil que suceda (su probabilidad es de 1/21.000.000) podría salir cara un millón de veces seguidas. No obstante, incluso en ese caso, la probabilidad de que salga tanto cara como cruz en cada lanzamiento es la misma: 1/2.
  • Un jugador puede obtener una ventaja apostando por aquello que aún no ha sucedido. Otro error muy común: nunca hay nada que necesariamente tenga que ocurrir.

Vale, Pero ¿Qué Tiene Todo Esto Que Ver Con el Trading?

Tranquilos, ya llegamos a esa parte. Para relacionar conceptos, vamos a partir de un supuesto que posiblemente a algunos les choque un poco. Es el siguiente:

Las operaciones de un trader pueden ser consideradas sucesos aleatorios e independientes.

Del mismo modo que cuando un crupier lanza la bola en la ruleta o un jugador lanza los dados, cuando un trader abre una posición (ya sea discrecional o sistemático), el resultado de las operaciones anteriores no condiciona el resultado del siguiente trade. Podemos tener una racha de operaciones perdedoras y creer que la siguiente será ganadora, pero esto no es así. O tener una excelente de ganadoras y creer que se va a mantener, cuando de repente aparece ese cisne negro que nos arruina el mes. Y lo peor de todo es que hacer trading siguiendo este tipo de patrones percibidos, se arriesga a perder mucho dinero.

Para que se entienda mejor, veamos un ejemplo: imaginemos que queremos apostar en una ruleta francesa a que salga negro. Dado que hay 18 números negros en la ruleta y un total de 37 posibles resultados (18 negros + 18 rojos + Cero), resulta evidente que la probabilidad de sacar negro es de 18/37 = 0,4865, es decir, del 48,65%. Pero ojo (y aquí viene lo importante): esa probabilidad es la misma ¡en cada lanzamiento de la bola!

Ahora supongamos que ha salido negro 6 veces seguidas en las tiradas anteriores. Un jugador inexperto pensará que la probabilidad de la siguiente tirada estará sesgada. Lo que no ha entendido correctamente nuestro protagonista es que tanto si apuesta a negro en la siguiente tirada (pensando que la racha se mantendrá) como a rojo (pensando que la racha revertirá), sus probabilidades no han variado lo más mínimo: en la siguiente tirada, tanto la probabilidad de que salga negro como de que salga rojo seguirá siendo la misma, esto es, 48,65%. Y es que la probabilidad solo podrá variar si eliminamos o añadimos números a la ruleta de un color u otro.

Y ojo porque si llevamos esto al terreno del trading, nos enfrentamos a un problema adicional: si bien en la ruleta y otros juegos de azar conocemos el total de posibilidades que pueden darse y, por tanto, podemos calcular probabilidades de forma exacta, en el trading tan solo disponemos de una estimación de operaciones ganadoras ofrecida por un backtest (que, tal y como vimos recientemente, debemos considerarlo como una realización de un posible escenario).

Desmitificando Creencias en el Trading

Todo esto que puede parecer tan tonto y simple, tiene implicaciones muy fuertes en el trading (el cual, como ya saben, no es tan distinto en muchos aspectos del juego profesional):

  • Por un lado, el resultado de cualquier análisis de las secuencias de operaciones resultará totalmente irrelevante. Me consta que hay mucha gente trabajando este tipo de temas y yo de hecho fui víctima de esta falacia hace muchos años, como podéis ver en estos artículos (Trading con la Equity y Operaciones Correlacionadas). Pero la probabilidad de ganar o perder al abrir un trade será la misma, por cuanto resultados anteriores no condicionan el resultado actual.
  • Por otro lado, cualquier progresión de apuestas (martingala, antimartingala, Labouchere, D’Alembert, etc.) resultará totalmente inútil para ganar dinero. Así que olvídense de ese robot mágico que hace grids y que gana siempre (hasta que se carga la cuenta). Es cierto que, aplicando estos métodos, uno puede tener suerte (igual que en la ruleta o la lotería) durante un corto espacio de tiempo y llevarse una ganancia más o menos importante. Si llega a ese punto… ¡retire beneficios cuanto antes!
  • Por último, el análisis expuesto aquí nos lleva a una conclusión relativamente incómoda: si creamos un sistema de trading y estimamos nuestra esperanza matemática, esta puede ser errónea o, como mínimo, estar sesgada. Pensemos que esa esperanza es el resultado promedio en un espacio de tiempo finito pero no disponemos de una vida infinita para averiguar a qué converge esa esperanza matemática con el tiempo.

Conclusión

Teniendo en cuenta todo lo que acabamos de ver, junto con el artículo sobre la validez de los backtests que publiqué el otro día, parecería que estoy negando la posibilidad de obtener beneficios con el trading pero en realidad no van por ahí los tiros. Mi intención con estos artículos es sacar al lector de su zona de confort y hacerle pensar out of the box, para lograr replantearse el trading desde otro enfoque, fuera de lo que común y tradicionalmente es aceptado en la mayor parte de libros y webs sobre trading. Veremos dónde nos lleva este hilo del que he empezado a tirar, les invito a acompañarme en este viaje.


Saludos,
X-Trader

COMPARTIR EN: